¿Alguien puede decir que no le gustan las albóndigas? No importa si son albóndigas en salsa de tomate o si las comemos con un bocadillo. La cuestión es que hay muy pocas personas que puedan dejar pasar por alto unas buenas albóndigas y es que son un manjar tradicional. Además, una de las cosas positivas que tiene este plato es que se puede utilizar cualquier alimento para realizarlas y así no desaprovechar nada de nada.
Entre las más populares se encuentran las albóndigas de carne de cerdo, las de ternasco y las de bacalao. Te indicamos algunos consejos a la hora de elaborarlas, ya que parecen una tarea sencilla, pero requiere de productos de calidad.
LAS BONDADES DE LAS ALBÓNDIGAS
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de hacer albóndigas es de que tienen proteínas de alto valor nutricional, hierro de fácil asimilación y vitaminas. Debemos tener en cuenta que la mayor ventaja de las albóndigas es que pueden realizarse prácticamente con cualquier alimentos.
Por lo tanto, son una comida perfecta para cualquier ocasión. Incluso si estamos a dieta o si somos vegetarianos, podemos seguir realizando unas albóndigas de impresión. Existen albóndigas de brócoli aptas para veganos así que podemos adaptarlas a cualquier situación. Solo es necesario aplicar la creatividad y salir de las clásicas albóndigas de carne si lo que necesitamos son alternativas. Es una cuestión de salir de la zona de confort, de perder el miedo y simplemente, dejar libre la imaginación porque las albóndigas son aptas de la manera que quieras. Te animamos a que te lances a la piscina y dejes a todos impresionados, hagas las albóndigas que hagas.
