Uno de los condimentos más antiguos y usados en el mundo es la sal marina.
Su consumo se ha convertido en un imprescindible en cualquier cocina para potenciar los sabores de los alimentos, eso sí, siempre con un consumo responsable y siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
Desde su origen hasta los días actuales, la innovación tecnológica y el desarrollo del conocimiento, han ido trayendo nuevas variedades de sal que son, en esencia lo mismo, cloruro sódico, pero con matices sorprendentes y únicos. En este sentido, la principal novedad reside en la oferta en el mercado actual de escamas de sal marina, un producto que producen en las salinas marítimas Bras del Port.
Bras del Port y sus cuatro variedades diferentes de sal en escamas
La sal marina en escamas se caracteriza por su inconfundible forma piramidal bien definida que le aporta una textura crujiente delicada. Además, su elevado contenido en magnesio estimula las papilas gustativas, consiguiendo un poder potenciador del sabor mayor que otras sales. De esta manera, se reduce la ingesta de sal en las comidas.
Además, gracias a su presencia visual, añade una dimensión decorativa a las elaboraciones y añade un crocante en boca diferencial. La sensación de salado en el paladar se manifiesta mediante picos de intensidad variable cada vez que los trocitos de escama entran en contacto con la boca. Es por ello que esta sal es muy apreciada por los chefs y se ha hecho hueco en las despensas.
Bras del Port es una empresa española que produce este tipo de cristales de sal marina y ofrece cuatro variedades diferentes de sal en escamas: natural, al humo con jengibre, con cítricos o el condimento con carbón vegetal y un toque de pimienta.
Combinan a la perfección con todo tipo de alimentos asados o cocinados a la plancha, a la parrilla o barbacoa, tales como carnes, pescados, verduras y mariscos. Son ideales igualmente para aderezar ensaladas, sopas frías, cremas, purés, hummus, guacamoles, huevos fritos, carpaccios, así como en tostadas y focaccias.
En definitiva, el maridaje de estas sales es casi infinitivo, ya que se trata de un producto muy versátil que ofrece un montón de posibilidades.
La sal marina en escamas también se puede usar en recetas dulces
Hay un importante sector de la población que considera este tipo de sal marina como un alimento exclusivo para ciertas ocasiones especiales. La realidad es que este producto se puede usar en el día a día con cosas tan sencillas como una ensalada a base de tomates con un poco de AOVE y el toque de las escamas.
Por otro lado, es cada vez más frecuente mezclar lo dulce con lo salado, siendo un claro ejemplo lo que ocurre con el chocolate. Agregar una pizca de sal en escamas aporta diferentes beneficios: reduce su amargor natural, estimula los sensores de las papilas gustativas y libera nuevos aromas del cacao. Las escamas de sal marina se pueden añadir para rematar una cobertura de chocolate sobre frutas, frutos secos, brownies o bombones caseros.
También se puede añadir contraste dulce-salado incorporando la sal en escamas en recetas que incluyen caramelo salado como acompañamiento para helados, tartas o para hacer unos caramelos toffee caseros, por ejemplo.
La compañía Bras del Port se dedica a elaborar este alimento desde el año 1900 en el corazón del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola (Alicante). Este humedal destaca por sus valores ambientales y su riqueza en biodiversidad gracias a un modelo productivo único y sostenible que se basa en la evaporación de agua del mar con ayuda del viento y el sol.