Transportes cree que la chapuza de los trenes de Asturias y Cantabria salpicará a Koldo y a Ábalos

El nombre del exministro más polémico del Gobierno, José Luis Ábalos, y de su mano derecha, Koldo García Izaguirre, ha vuelto a aparecer en Ferraz tras el escándalo de los trenes de Asturias y Cantabria. La «chapuza», esa que ha llevado a construir 31 trenes más grandes de lo necesario (porque no tomaron bien las medidas de los túneles) se ha cobrado un par de cabezas en Renfe y Adif, pero no parece haber sido suficiente. En el Gobierno están depurando responsabilidades y los errores se remontarían a enero de 2019, cuando se publicó el pliego y cuando Koldo García Izaguirre, quien ha sido tachado hasta de «guardaespaldas personal» de Ábalos fue colocado con calzador como consejero de Renfe y cuando el propio exsecretario de Organización del PSOE era ministro de Transportes.

Es una chapuza de dimensiones épicas. El desarrollo de 31 trenes con destino Asturias y Cantabria (10 para la primera comunidad autónoma y 21 para la segunda) ha salido mal porque los ingenieros encargados de diseñar los nuevos trenes no midieron los túneles de la región. Son más anchos de lo necesario y las dimensiones del túnel no permitirían el paso de estos trenes. Aún así, y pese a que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha anunciado una auditoría, tanto Renfe como Adif han destituido al gerente del Área de Gestión de Material de Renfe Viajeros como al titular de la jefatura de Inspección y Tecnología de vía. Sin embargo, en el Gobierno tienen claro que hay más responsabilidades que depurar. Y la responsabilidad podría caer también sobre José Luis Ábalos y sobre su hombre de confianza.

Koldo García Izaguirre, quien ejerció de portero en algún que otro club, no tiene ninguna experiencia en infraestructura de vías ni en trenes. Sin embargo, esto no fue impedimento para que José Luis Ábalos colocara a su hombre de confianza como consejero de Renfe en la misma época en la que tuvo lugar este escándalo. El problema es que en el PSOE, que están muy preocupados por depurar responsabilidades en esta chapuza tan mediática, empiezan a ver que los diseños se elaboraron a principios de 2019, momento en el que tanto Ábalos como Koldo García Izaguirre estaban a pleno rendimiento en Renfe y en Transportes.

Se espera que de la caza de brujas en forma de auditoría que ha iniciado Raquel Sánchez se saquen nuevas cabezas y nuevas dimisiones, pero fuentes del ministerio dejan claro que la administración Ábalos habría tenido presuntamente parte de la responsabilidad de esta chapuza junto con Adif y Renfe, según fuentes del PSOE. La sensación en el Gobierno es que aún pagan los platos rotos de José Luis Ábalos. Y pese a que entienden que Koldo estuvo «más ausente» que presente en las reuniones como consejero de Renfe y reconocen que los demás consejeros de la empresa pública veían con malos ojos cómo entró García Izaguirre en la mesa, lo cierto es que son conscientes de que este escándalo tiene raíces que se remontan tiempo atrás, fuera de la administración y el control de Raquel Sánchez.

Ábalos habría tenido presuntamente parte de la responsabilidad de esta chapuza

Ahora llega el siguiente problema: ¿culparán a Ábalos de lo ocurrido? Estas mismas fuentes del Ministerio de Transportes insisten en que el miedo del Gobierno al exministro y exsecretario de Organización del PSOE es más que notable y sigue más que presente. Tanto es así, que todos los altos cargos que dejó Ábalos colocados en el Ministerio de Transportes siguen vivitos y coleando en la administración pública sin que Raquel Sánchez haya tenido la más mínima oportunidad de apartar a ninguno de ellos. Pese a que estas fuentes auguren que todos estos altos cargos desfilarán tan pronto como pasen las elecciones, lo cierto es que de momento el PSOE no quiere filtraciones sobre el entorno de Ábalos por miedo a lo que pueda publicarse.

Koldo García Izaguirre fue cesado a finales de julio de 2021 de su puesto de consejero de Renfe, pero la etapa de José Luis Ábalos sigue dando que hablar. La chapuza de los trenes de Asturias y Cantabria no se quedará aquí, pero desde el Gobierno tienen claro que la idea inicial es que se desinflame esta historia para que la caza de brujas no revuelva toda esa administración Ábalos que tanta polémica trajo al Gobierno. No es un Delcygate, pero no ayuda una chapuza así a las puertas de las elecciones generales.