Solo Vox ha puesto encima de la mesa la idea de que los partidos independentistas sean ilegales. Son muchos los diputados que comparten que estas formaciones nacionalistas tengan representación en un Congreso que debate asuntos nacionales. Solo Santiago Abascal ha propuesto ilegalizarlos y ningún partido ha tomado la decisión de apoyar lo que Vox quería llevar adelante. Ni siquiera el Partido Popular se ha dejado llevar por una idea que comparte más de uno.
La moción que Vox ha defendido este miércoles en el Pleno del Congreso en la que, entre otras cosas, apuesta por la ilegalización de los partidos independentistas ha concitado el rechazo del resto del hemiciclo y ha llevado a la mayoría de los intervinientes a recordar al diputado Javier Ortega Smith que la propia Constitución impide perseguir a los españoles «por sus ideas».
El texto defendido por Ortega Smith, en el que reclaman celebrar un referéndum para ilegalizar a formaciones como Bildu, ERC, Junts y la CUP y modificar la Ley de Partidos para hacerlo posible con independencia de esa consulta, se someterá a votación este jueves, pero durante el debate ya ha sido descalificado por todos los oradores que han desfilado por la tribuna.
Casi todos han explicado a Vox que la española no es una democracia «militante», es decir, que no se exige una «adhesión inquebrantable» a la Constitución y que, si lo fuera, los de Santiago Abascal serían ilegalizados porque están en contra de muchos de sus artículos. Así lo han dicho José Zaragoza (PSC), José Antonio Bermúdez de Castro (PP), Pedro Honrubia (Unidas Podemos), Edmundo Bal (Ciudadanos) y Óskar Matute (Bildu).
PARA MEAR Y NO ECHAR GOTA
«Esto es una propuesta para derogar la Constitución, hacen lo mismo que intentó hacer el independentismo. Es para mear y no echar gota», ha confesado Zaragoza, quien ha hecho su réplica tomando como referencia los versos de la ‘Sesión53’, el tema que Shakira ha grabado con Bizarrap: «Su desfachatez clara-mente es neo-franquista, pero los demócratas no lloramos, los demócratas legislamos», ha soltado a Ortega Smith.
Desde el PP, Bermúdez de Castro también ha alertado de que lo plantea Vox choca con la Carta Magna y la doctrina del Tribunal Constitucional. «No se puede ilegalizar la carta», ha enfatizado el que fuera ponente de la Ley de Partido que propició la ilegalización de Batasuna.
En nombre de Ciudadanos, Edmundo Bal, que participó como abogado del Estado en aquellos procesos contra distintas formaciones de la izquierda abertzale, ha llamado a Vox «partido antisistema». «Se convierten ustedes en lo mismo que quieren ilegalizar», les ha avisado, recalcándoles que «guste o no», en España «no se ilegalizan ideas».
Por su parte, Óskar Matute, de Bildu, se ha burlado de la «incoherencia» de Vox por ofrecer encabezar una moción de censura contra Pedro Sánchez a Ramón Tamames que, ha dicho, fue el diputado que durante el debate de la Constitución de 1978 planteó que junto al derecho a no declarar el credo debía reconocerse el de no declarar la ideología de cada cual. «Disuelvanse y entreguen los altos cargos», ha concluido el diputado abertzale.
«¿Y SI SE ILEGALIZAN USTEDES Y NOS DEJAN EN PAZ?»
«¿Y si se ilegalizan a ustedes mismos y nos dejan en paz. Este país viviría muchísimo mejor», ha comentado, Joan Baldoví, de Compromís, quien ha llamado «hipócritas» a los de Abascal por mantener sus diputados en parlamentos autonómicos pese a rechazar el Estado de las autonomías, un aspecto que también han denunciado otros intervinientes como Néstor Rego, del BNG. «Hacen mucho más daño a España ustedes que cualquiera de los que nos subimos a esta tribuna», les ha replicado Ferran Bel, del PDeCAT
«Hitler no se presentó a las elecciones diciendo que iba a asesinar a millones de personas, hablaba de ilegalizar partidos, como ustedes; los fascistas de hoy actúan igual y se llaman constitucionalistas, la lista de enemigos señalados es larga y conocida la única duda que queda es el orden que seguirán en su persecución», ha asegurado Montserrat Bassa, de ERC.
Como Bassa, Pedro Honrubia, de Unidas Podemos, ha pronosticado que si Vox llega al poder todos los que no piensan como ellos pueden acabar exiliados, en la cárcel o incluso muertos en «cunetas». También Albert Botran de la CUP ha vinculado a Vox con el franquismo. «Se sienten los herederos de la cruzada de 1939 y aquí estamos los rojos separatistas. No nos tendrán ni cautivos ni desarmados, somos libres y tendremos la fuerza para conseguir nuestra independencia», ha proclamado.