Ione Belarra se salta la sesión de control en el Congreso para llevar a su hija al pediatra

Cuando de evitar trabajar se trata, a los ministros de Podemos se les da muy bien. Esta semana le ha tocado el turno a la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, quien decidió saltarse la asistencia en la sesión de control en el Congreso de los Diputados, con la excusa de que iba a llevar a su hija de 3 años al pediatra.

El detalle está en que la ministra podemita aprovechó la mañana de este miércoles para hacer campaña para las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo, y para denunciar que no había conseguido un pediatra que atendiera a su hija, por lo que aprovechó el «incidente», para hacer un llamado a sus seguidores para que participen en una movilización que está prevista para el próximo domingo 12 de febrero, contra de las autoridades de la Comunidad de Madrid y a favor de los sanitarios.

«Hoy teníamos cita con el pediatra en el centro de salud, y acabamos de venir con mi hija de tres años, para descubrir que no hay pediatra. Entonces yo os animo a todos a que os movilicéis en la Comunidad de Madrid, a que vayáis a la manifestación del domingo y a que el próximo mayo echemos, de una vez por todas, a estos corruptos que se están cargando todo lo público y que están haciendo que mi hija de tres años piense que es sábado y que por eso no hay pediatra, y se vaya a casa pensando que los servicios públicos en su comunidad no funcionan, así que todos a movilizarse y a salir a la calle», dijo la ministra e un video de 38 segundos que subió a su cuenta de Twitter a primera hora de la mañana.

Resulta, cuando menos, asombroso parte de la frase que dice la ministra Ione Belarra en su video, donde asegura que su pequeña hija de tres años tiene la habilidad de asociar el hecho de que no hubiese un pediatra para atenderla, con el hecho de que sea sábado, o mejor aún, que la niña tenga la capacidad mental analizar la situación de que el hecho de que no esté su pediatra significa que los servicios públicos de su comunidad no funcionan, con tan solo tres años de edad.

De lo que no habla la ministra podemita es de que la razón por la que no había un pediatra en su centro de salud, para que pudiese atender a su pequeña hija de tres años de edad, es porque desde noviembre del año pasado los médicos de la Comunidad de Madrid y de otras Comunidades, están en una huelga, que emprendieron para conseguir ciertas reivindicaciones laborales y que por ello no están en sus lugares de trabajo. La huelga que se inició el pasado 21 de noviembre, había sido suspendida durante los días de Navidad y Año Nuevo y fue reactivada el 11 de enero, en todos los centros de atención primaria de la Comunidad de Madrid.

Sin embargo, la ministra Belarra ha sido una defensora del sistema público de salud, y así lo dejó claro en octubre del año pasado, tras haber dado a luz a su hijo, pues se explayó en halagos y reconocimientos para los profesionales que la había atendido en el Hospital Ramón y Cajal y al equipo del Hospital Infanta Leonor de Vallecas.

Lo más curioso es que la ministra Ione Belarra coordinó perfectamente su agenda del día, para que la primera función que tenía para el día estaba programada para el mediodía, donde llegó a la presentación de la Estrategia estatal de Desinstitucionalización «para una buena vida en comunidad», que se celebró en la sede del su ministerio, para terminar de saltarle la asistencia a la sesión de control en el Congreso de los diputados, justo en este momento en el que la tensión entre Podemos y el PSOE está en su máximo punto, desde que comenzó la legislatura, a consecuencia de la entrada en vigencia de la Ley del solo sí es sí.

Justamente esta semana se esperaba que su muy buena amiga, la ministra de Igualdad, Irene Montero, apareciera también en el Congreso para ser consultada sobre la negativa que tienen de reformar el texto legal que ha beneficiado a más de 300 agresores sexuales en todo el país y que ya hasta el propio presidente Pedro Sánchez ha reconocido que ha provocado efectos indeseables y que se quedaba corto al calificarlo de esta manera.