El guiso de patatas es uno de esos platos sencillos que siempre triunfan. Caliente, cremoso y contundente, resulta increíblemente reconfortante durante los días más frescos del otoño y el invierno. Junto con la sopa y los caldos, es de esas comidas que sientan de maravilla y dejan al cuerpo agradecido. Además, es muy sencillo de preparar, aunque como todas las recetas aparentemente fáciles, en el detalle está la excelencia. Para que quede perfecto, hay que prepararlo con calma, cariño y siguiendo algunos trucos que te vamos a contar a continuación.
3ELABORACIÓN

Ponemos una olla o cacerola grande con un poco de aceite al fuego. Después aplastamos los dientes de ajo sin pelar y los añadimos a la olla. Los doramos por todos los lados a fuego suave para que desprendan todo su sabor. Cuando estén dorados, los retiramos del aceite. Picamos la cebolla y la zanahoria en cuadraditos y los agregamos al aceite donde hemos tostado el ajo. Mezclamos bien con una cuchara de madera para que se impregne todo y dejamos pochar unos 5 minutos.