Argelia ha cargado este jueves contra el Gobierno español, denunciando su «actitud irresponsable» y las presiones que estaría llevando a cabo para obstaculizar la relación de este país con la UE, y ha dejado claro que no se va a dejar «impresionar» por todo ello.
El encargado de enviar el mensaje al Gobierno español ha sido un alto responsable del Ministerio de Exteriores argelino y el motivo han sido unas declaraciones realizadas por un alto responsable de la Comisión Europea durante la visita que ha realizado esta semana a Castellón.
El director general adjunto y Alto Responsable de la Aplicación de la Política Comercial de la UE, Denis Redonnet, reconoció que el bloqueo a las exportación de productos cerámicos por parte de Argelia como resultado de la crisis diplomática con España es motivo de «gran preocupación para la UE», al tiempo que reconoció que es un problema «muy complejo».
«Seguiremos monitorizando para ver qué está ocurriendo y, en este sentido, estamos involucrados con las autoridades argelinas; y la CE y las autoridades españolas están en contacto para poder mejorar esta situación», subrayó.
El alto cargo argelino citado por la agencia oficial APS ha considerado que estas declaraciones contribuyen a «la confusión entre las dimensiones política y comercial» y ha afeado a responsable de la Comisión Europea que no haya «dicho nada de la actitud obstruccionista del Gobierno español, que bloquea la adopción de las prioridades de la asociación, negociadas y concluidas hace meses en el marco de la política de vecindad» de la UE.
Asimismo, le ha reprochado que «permanezca mudo sobre la actitud irresponsable» de España, «que instrumentaliza de forma abusiva la regla del consenso para bloquear la convocatoria del Consejo de Asociación», el órgano que conforme al Acuerdo de Asociación entre la UE y Argelia tiene que abordar «todas las cuestiones, tanto políticas, como económicas y comerciales».
LAS PRESIONES SON CONTRAPRODUCENTES
Así las cosas, ha dejado claro que «estas gesticulaciones y presiones de España son contraproducentes y no nos impresionan», en una nueva escalada en la crisis que se inició el pasado mes de marzo a raíz del apoyo expresado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al plan de autonomía marroquí para el Sáhara.
Argelia llamó entonces a consultas y posteriormente, en junio, suspendió el Tratado de Amistad con España. Asimismo, se dio orden de suspender todas las operaciones bancarias, lo que afectó tanto las exportaciones como las importaciones, si bien esa instrucción se habría revertido posteriormente.
Como consecuencia de esta medida, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, acudió a Bruselas a pedir la asistencia de la Comisión Europea, ya que las compentecias de comercio están transferidas. En una entrevista el 1 de enero, el ministro reconoció que aún había operaciones comerciales bloqueadas.
«Cada vez que detectamos una operación bloqueada seguimos enviándola a la Comisión Europea», explicó. «Es la UE quien tiene los instrumentos, tanto de diálogo como de respuesta y hay contactos entre las autoridades europeas y las argelinas», indicó Albares en cuanto a las acciones que se podrían emprender contra Argelia en virtud del Acuerdo de Asociación entre los Veintisiete y el país magrebí.
