Los diferentes tipos de abrasivos para el chorreado y el granallado 

En el procesamiento industrial se suelen utilizar materiales abrasivos para chorrear y equipos específicos. De hecho, esta maquinaria se ha convertido en una de las mejores opciones en diferentes industrias y compañías tecnológicas, como en las empresas de energía solar, en el sector aeronáutico o en aquellos negocios que necesitan realizar tratamientos térmicos.

Estas técnicas de chorreado, arenado y granallado son de gran importancia en el tratamiento de las superficies. Sin embargo, una de las principales dudas que surge es qué tipo de abrasivo es el más apropiado para estos procesos. Hoy en día, contamos con una amplia variedad de opciones disponibles para sustituir a la arena. No obstante, en función de dónde se emplee y el resultado final, hay que elegir la mejor alternativa.

Cómo elegir el mejor abrasivo para el chorreado y granallado

Actualmente, hay una amplia variedad de materiales disponibles para las tareas de granallado y chorreado. Estos procesos son diferentes, aunque persigan el mismo objetivo, por dicho motivo, algunas personas los confunden.  En el primer caso, se emplean turbinas con palas para disparar abrasivos férricos, como el acero o hierro fundido. En el segundo supuesto, se utiliza la presión con aire para la proyección de estos elementos (partículas de vidrio u orgánicas, óxido de aluminio o corindón).

Los abrasivos se diferencian perfectamente por su forma, color, composición química, dureza, incluso, por su tamaño. Hace años, se solía emplear la arena de sílice en estos procesos, sin embargo, hoy en día, está prohibida en el chorreado. Esto ha dado lugar a que surjan abrasivos homologados para estos trabajos.

¿Cómo elegir el mejor abrasivo y qué características tener en cuenta? Para dar respuesta a esta pregunta, lo mejor es conocer el tipo de materiales que se pueden emplear, según el tipo de acabado y los usos. No es lo mismo utilizar un material para una sola aplicación que si es reutilizable. En este último caso, se permite el reciclaje para aprovechar el grano en una nueva proyección.

Abrasivos suaves

Este material se proyecta en técnicas de chorreado a alta y baja presión. La dureza está entre 3 y 4 Mohs para que no altere las superficies. Podemos encontrar abrasivos plásticos, vegetales, granalla vegetal o bicarbonatos. Incluso, son ideales para tareas de limpieza o decapados técnicos.

Abrasivos medios

La dureza de este material es mucho superior, ya que está sobre los 5 a 7 Mohs. Estos granos son mucho más versátiles y permiten más aplicaciones en el chorreado. Son una solución adecuada para satinar el acero inoxidable, decapar soldaduras o preparar superficies. Lo más normal es utilizar el silicato de aluminio fino, abrasivos cerámicos o polvo de vidrio.

Abrasivos duros

Esta es otra posibilidad, que se diferencia por su mayor dureza, es decir, hasta 9 Mohs. Este tipo de material es recomendable para decapar metales duros y limpiar principalmente herramientas y utillaje de pintura. Entre las diferentes opciones se pueden encontrar granallas metálicas de acero, corindón marrón y blanco o granalla angular.

Sobre este tema se puede hablar largo y tendido por el gran número de materiales y aplicaciones existentes. En caso de dudas, lo más acertado es ponerse en manos de profesionales como ABShot Tecnics S. L. Este fabricante de maquinaria por proyección y especialista en todo tipo de abrasivos es todo un referente en este sector.