La responsabilidad por el peor incendio en la Comunidad de Madrid de la década cerca a Iberdrola

Ha sido sin lugar a dudas el peor incendio de la Comunidad de Madrid de la última década. Se produjo en el municipio de Collado Mediano y aún no se han dirimido responsabilidades, pero el procedimiento está judicializado. Fueron más de 72 hectáreas calcinadas de preparque en verano de 2022 en un entorno plagado de viviendas (muchas de las cuales se desalojaron), y tanto desde el Ayuntamiento del municipio como desde otras instancias públicas señalan que la «responsabilidad» señala a la eléctrica Iberdrola, aunque aún está por aclarar lo sucedido. A medida que pasan los meses se aclara lo ocurrido y no pinta bien para la conocida empresa energética. Aunque también se han puesto sobre la mesa algunas responsabilidades municipales.

Desde la Comunidad de Madrid quieren tratar el tema con «cautela» precisamente por estar en sede judicial. El problema es que desde instancias municipales e incluso desde los propios partidos de la oposición comparten la misma hipótesis a la que apuntan las investigaciones de los agentes forestales: la causa del incendio fue una torre de baja tensión que no tuvo el mantenimiento adecuado. Donde entra la novedad es en el hecho de que esa misma estructura por la que pasaban cables eléctricos falló horas antes de que se produjera el incendio. Pero no solo eso. Falló, lanzó más de un chispazo y los propios bomberos acudieron a ese punto para controlar ese posible incendio que se produjo horas después. Sin embargo, los únicos que no acudieron a comprobar qué ocurría fueron, según cuentan fuentes del Ayuntamiento de Collado Mediano, los propios técnicos de Iberdrola.

Desde la propia Comunidad de Madrid han reconocido que las hipótesis de las investigaciones apuntan a que la causa, efectivamente, fue que la torre de baja tensión falló. El problema es que no lo hizo solo una vez, sino varias y horas antes. Que los bomberos acudieran horas antes a controlar un posible incendio por el fallo de la torre no fue motivo suficiente para que Iberdrola mandara a sus técnicos, o al menos es lo que detallan fuentes tanto de la Comunidad de Madrid como del Ayuntamiento. Y ahora el cerco judicial se estrecha sobre la energética que no ha dado ninguna declaración al respecto. Las consecuencias, sin embargo, son visibles dado que la montaña sobre la que se asienta el pueblo ha quedado completamente calcinada.

Desde la Consejería de Medio Ambiente que rige Paloma Martín han mandado una serie de técnicos para que «limpien» el área quemada. Hablamos de casi 80 hectáreas de bosque completamente calcinadas. Es el peor incendio que ha habido en la Comunidad de Madrid en la última década y sobretodo es el segundo que se produce en el Cerro del Castillo en lo que va de siglo. Tal y como ha podido comprobar MONCLOA.com, las actuaciones en torno a esta torre, ubicada al final del pueblo, tuvieron lugar desde la madrugada anterior porque ya presentaba fallos. Esos errores se materializaron en explosiones con chispazos que llevaron a los vecinos a llamar a las autoridades para que controlaran lo ocurrido, tal y como cuentan fuentes municipales.

Todos los cuerpos y fuerzas de seguridad hicieron su trabajo. Desde los bomberos hasta la policía municipal, pero los únicos que no aparecieron por ahí fueron los técnicos de Iberdrola, algo que han confirmado fuentes de alto nivel del Ayuntamiento a este medio. Por todo esto el proceso está judicializado y por todo esto el cerco se cierra sobre la energética. Pero aún hay más pequeñas responsabilidades que asumir y que han quedado en el aire.

La finca en la que se produjo el incendio está en manos privadas. De hecho, todas las fincas que hay al pie de la montaña prácticamente están en manos de unos pocos. Sin embargo, y esta es una tesis que ya se baraja entre los concejales de la oposición, no se realizó el mantenimiento adecuado de la misma, por lo que la maleza estaba descontrolada y a una altura que ayudó a que el incendio se propagara. Tampoco es que el Ayuntamiento tomara cartas en el asunto y recortara la vegetación de unas fincas sobre las que descansan varias torres de baja tensión que abastecen al pueblo de electricidad. En resumen, que Iberdrola no trató el problema, según cuentan fuentes municipales, pero tampoco se había adecuado la finca para evitar que hubiera este tipo de problemas (y el Ayuntamiento tiene la capacidad de hacerlo de oficio).