Funcionarios de la Policía Nacional detuvieron a tres venezolanos y a un colombiano por estar presuntamente implicados en una serie de robos de relojes de lujo en barrios del centro de Madrid. Lo detenidos se hacían pasar por repartidores de comida para merodear en los restaurantes y edificios de lujosas zonas de la capital española, para poder hacerle seguimiento a sus víctimas.
De acuerdo con la información que aportó la Policía Nacional, estos venezolanos, junto al ciudadano colombiano, habrían cometido por lo menos 10 asaltos, valiéndose de un arma de fuego para intimidar a sus víctimas. En total, el botín que tenían en su poder sumaba aproximadamente los 500 mil euros.
El modus operandi utilizado consistía en plantarse en la entrada de los hoteles o restaurantes de la zona de Salamanca, y mientras uno se hacía pasar por repartidor de comida, utilizando la típica indumentaria, con una mochila con los colores de una reconocida aplicación móvil de reparto a domicilio, otros dos se movilizaban en una motocicleta para que una vez que marcaban a la víctima, lo perseguían para interceptarlos y robarlos, con violencia.
En las revisiones que hicieron los funcionarios de la policía, lograron recuperar seis de los relojes que habían sido robados por esta banda delictiva. De acuerdo con los funcionarios de la policía, las investigaciones por estos hechos se habrían iniciado en agosto del año pasado, tras haber recibido varias denuncias hechas por víctimas, por lo que pudieron determinar un mismo patrón de actuación y tras varios meses de seguimiento, detectaron que había un patrón en las actuaciones de estos delincuentes y fue así que dieron con los responsables de los robos cometidos en varias zonas lujosas de Madrid.
Tras los seguimientos de la Policía, se hicieron tres registros donde fueron hallados seis de los relojes robados, dinero en efectivo, prendas de ropa y los complementos para hacerse pasar por repartidores de comida. Estos robos habían sido cometidos en el barrio de Salamanca, Retiro y Chamartín. Tras haber sido presentado ante los tribunales, se dictó una medida de detención preventiva y su ingreso en prisión por los delitos cometidos.
Los agentes de la policía que participaron en la investigación comprobaron que los integrantes de la banda elegían siempre un perfil de personas concreto que portasen estos productos exclusivos y de lujo, pudiendo tener un precio en el mercado que oscila entre 40.000 y 100.000 euros.
«Actuaban a cualquier hora del día vigilando en las proximidades de hoteles y restaurantes de alto prestigio hasta localizar a personas que portasen relojes de marcas de alta gama. Para no ser descubiertos, simulaban ser repartidores de comida a domicilio y una vez detectadas las víctimas, llevaban a cabo un seguimiento a pie, en moto – en ocasiones robadas –o en bicicleta», explicó la Policía Nacional a través de un comunicado que fue enviado a los medios de comunicación.
Hasta ahora las autoridades no han explicado cuál era el estatus legal de estos venezolanos en España, pero no es la primera vez que la Policía Nacional captura a venezolanos en Madrid implicados en los robos de relojes de alta gama. En mayo del año pasado fueron capturados otros cuatro ciudadanos de este país que habían cometido varios robos en zonas del centro de la ciudad, mediante el uso de la violencia.
En el caso anterior, el modus operandi consistía en abordar a las víctimas mientras estaban en terrazas de bares o restaurantes y hasta en cuando se desplazaban en sus vehículos. Esta banda delictiva había logrado robrar prendas por hasta 400 mil euros. La banda que fue desarticulada el año pasado estaba compuesta por cuatro venezolanos, un italiano y un marroquí.
En total, les atribuían la comisión de por lo menos 19 asaltos, cometidos en diversos puntos de la ciudad, específicamente a la salida de discotecas, en terrazas y en las vías públicas, donde se valían de la congestión vehicular para atacar.
En aquella oportunidad lograron dar con los responsables de los robos tras varios meses de seguimiento, pues a las autoridades les llamaba la atención que en varios de los casos, solían golpear a las víctimas en la cabeza con la culata de un arma de fuego.
Los funcionarios policiales continuaron haciendo seguimiento a las denuncias que habían recibido en el distrito de Salamanca sobre otros delincuentes que abordaban a jóvenes cuando salían de las discotecas de la zona por las noches de los fines de semana. A diferencia de los otros casos, en estos no empleaban la violencia, sino que fingían gestos amistosos para acercarse a las víctimas y era cuando procedían a despojarlas de sus relojes de lujo.