La tortilla de patatas siempre ha generado un debate, entre los que la prefieren con cebolla y los que por el contrario, la prefieren sin. La primera la sitúa en 1835, cuando España se encontraba en pleno conflicto entre carlistas y liberales, donde un general carlista y sus soldados en Bilbao robaron huevos y patatas a los campesinos para combatir el hambre.
La segunda teoría, cuenta que el mismo general Zumalacárregui, estando en Navarra le pidió a una campesina que le cocinara lo que tuviera a mano y la señora le hizo una tortilla con huevos y patatas. Esta práctica, se extendió durante los conflictos carlistas.