El refuerzo de las Fuerzas Armadas a nivel internacional se ha convertido en una urgencia, tras el estallido del conflicto militar entre Ucrania y Rusia. Una urgencia que ha llevado a los principales países de la OTAN a reforzar sus Fuerzas Armadas, e incrementar su compromiso internacional de cara a la posible amenaza internacional pronunciada desde el Kremlin de Vladimir Putin. Una situación ante la que Dinamarca no ha dudado en cancelar incluso un día festivo en la nación para conseguir más financiación para sus Fuerzas Armadas, mientras en España, el departamento de Margarita Robles sigue sin cumplir con el compromiso adquirido ante la OTAN.
Desde hace más de un año, el conflicto militar entre Ucrania y Rusia se ha convertido en una de las principales emergencias dentro de la estrategia política internacional. Algo que ha llevado a los grandes países de la Alianza Atlántica a reforzar sus acuerdos militares y políticos a nivel internacional, a la vez que incrementar sus presupuestos nacionales en gasto militar y Defensa.
Una estrategia en la que Dinamarca ahora parece haber dado un paso al frente, tomando una decisión inédita hasta la fecha para prácticamente duplicar su presupuesto anual en Defensa, comprometiéndose a alcanzar el 2% del PIB nacional en gasto militar de cara a 2030, cumpliendo así con la petición que se ha exigido a los países miembros de la OTAN. En concreto, el gobierno de Mette Frederiksen ha tomado la decisión de eliminar un día festivo del calendario danés, de los 11 contemplados actualmente.
«Hay una guerra en Europa y se tienen que reforzar nuestras defensas» ha destacado Frederiksen. Una propuesta que aumentará la productividad de las empresas, y que supondrá cerca de 400 millones de euros en ahorro ese único día. Una medida que ha sido aprobada, a pesar de las fuertes críticas de la población y algunos sectores políticos, así como religiosos.
LAS FUERZAS ARMADAS ESPAÑOLAS, SIN PRESUPUESTO
Un compromiso adquirido por el gobierno danés que hará que el país deje de estar a la cola de los países de la OTAN en cuanto a gasto militar anual. Una posición en la que se encuentra también España, que apenas ofrece un 1,01% del PIB nacional a esta cuestión.
Un porcentaje que ha sido en muchas ocasiones motivo de debate político tanto a nivel nacional como internacional, y que también se ha visto modificado debido a la crisis internacional provocada por el conflicto militar en Ucrania. Y es que, tras el estallido de la guerra, y ante el acuerdo supranacional de apoyo a las fuerzas ucranianas, el Gobierno de España no dudaba en comprometerse ante sus aliados de la OTAN de que España alcanzaría el 2% del PIB nacional en gasto para las Fuerzas Armadas de cara a 2029.
LAS PENSIONES, EN PUNTO CLAVE EN LA ECONOMÍA
Un compromiso adquirido por Margarita Robles, como titular de Defensa, y por Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno ante la Alianza Atlántica que, sin embargo, no deja de demostrar las malas condiciones de presupuesto que sufren actualmente las Fuerzas Armadas españolas, cuyo material militar ha sido motivo de polémica en los últimos meses debido a su estado de «chatarra».
Situación que hace que el gasto en Defensa del Gobierno español, antes de la subida contemplada en los presupuestos de 2023, resulte «irrisoria» de cara al resto de países aliados de la OTAN. Un presupuesto que difícilmente podrá incrementarse hasta el 2% de cara a 2029, sin que esto haya provocado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se haya propuesto, en ningún caso, una medida como la planteada y aprobada por el Gobierno de Dinamarca.
Propuestas que faltan sobre la mesa del Gobierno de España en referencia al