Se reunieron en enero y la idea era cambiar la dinámica de las relaciones entre Vox y los medios del Grupo Prisa. El exdirector del diario El País Juan Luis Cebrián mantuvo un encuentro privado con Santiago Abascal que a día de hoy el presidente de Vox quiere que los suyos olviden a toda costa. El plan era que esa mala relación que había marcado el trato entre Vox y el Grupo Prisa se diluyera y rebajara de cara a este año electoral. Sin embargo, el ala dura de Vox, esa liderada hasta hace poco por el concejal Javier Ortega Smith y que ahora está en manos de Jorge Buxadé, se ha negado a dar cobertura a los medios de este grupo en contra de lo que intentó Santiago Abascal con Cebrián. Hay quien defiende que el presidente de Vox se viera con el exdirector de El País en privado, pero desde luego los frutos de ese encuentro que tan tenso pone a Abascal no ha dado nada de sí.
Santiago Abascal no ha prohibido que se hable de la reunión, pero en Vox saben que sacarle el tema al presidente del partido es sinónimo de expulsión inmediata. Nadie aclara si se avergüenza de haber tenido una reunión con el exdirector del diario El País o si directamente no quiere perder la popularidad tan escasa que le queda en el partido. En cualquier caso, lo cierto es que de ese encuentro que ha sido muy comentado en la formación no se ha sacado absolutamente nada. De hecho, el Grupo Prisa sigue absolutamente vetado en la mayoría de los actos de Vox y la dinámica de la formación será la de no facilitar nada a los medios que cuelguen del grupo. Es un problema, pero Abascal solo espera que todo esto se olvide por parte de todos los militantes. Los únicos que se atreven a preguntar a día de hoy son periodistas y por muy cercanos que sean a Santiago Abascal la respuesta que se suelen llevar no es precisamente agradable.
El problema es que el ala dura de Vox, esa que se llama «falangista» y que ahora lidera Jorge Buxadé y que antes llevaba Ortega Smith, no está nada conforme con el encuentro que mantuvo Santiago Abascal con Juan Luis Cebrián. De hecho, este ala sigue insistiendo en el hecho de que el Grupo Prisa debe estar vetado en todos y cada uno de los actos que celebre el partido en este periodo electoral. Buxadé ha lanzado estos mensajes tras la entrevista de La Sexta a Macarena Olona y dejó entrever lo que todos saben en Vox: parte del partido está muy descontento con el encuentro que mantuvo Abascal con Cebrián.
Este reunión que tuvo lugar en enero, a finales, sigue dando que hablar en el partido porque está inmerso en una necesidad imperiosa de cambiar la política de relación con los medios. Desde le principio, Manuel Mariscal, el encargado de seguir la estrategia en redes sociales, se empeñó en vetar a la mayoría de los medios de comunicación de los actos de Vox, así como llevar a sus políticos a señalar directamente a algunos periodistas reconocidos. Ahora quieren dar la vuelta a esa situación pero la facción más dura del partido se niega a mantener relaciones bilaterales con la prensa que consideran hostil a sus intereses. Abascal en este punto no respondía cuando se reunió con el exdirector de El País a los intereses de la facción dura del partido.
Abascal no consigue quitarse de encima la sombra de Cebrián y siempre grita que esa reunión que mantuvo con él forma parte de su vida privada. Le cazaron y esto le ha llevado incluso a encontronazos con medios que consideran afines. Pero el problema más grave es que Buxadé y los suyos no ven con buenos ojos estos pasos que está dando Santiago Abascal de cara a estas elecciones.