Planteada una nueva búsqueda del cadáver de Marta en un enclave señalado por Antonio del Castillo

Después de que el pasado 24 de enero fuese conmemorado el 14 aniversario del crimen de Marta del Castillo, la joven sevillana por cuyo asesinato en 2009 fue condenado Miguel Carcaño a 21 años y tres meses de cárcel, ha trascendido que hay planteada una nueva búsqueda de su cadáver, pendiente de localización pese a los años transcurridos, a instancias del padre de la víctima.

En concreto, Antonio del Castillo ha publicado en la red social Twitter un mensaje exponiendo que «hace más de seis meses» le fue prometido que el Cuerpo Nacional de Policía investigaría «con discreción» un lugar del que muestra una imagen que refleja un pozo abandonado, con parte de su perfil al descubierto al carecer de tierra que circunde todo su radio. «A día de hoy la palabra dada vale lo que vale. Ya me encargo yo», indica Antonio del Castillo, señalando que «el sitio no se mira porque sí» y asegurando que «hay muchos indicios».

La Policía Nacional, de su lado, ha especificado que este lugar «se encuentra situado en una propiedad privada y se trata de un terreno agrícola en el que existía una plantación».

Ahora que el cultivo «ya ha sido recolectado», según la Policía Nacional, los agentes esperan «obtener la autorización de su propietario para realizar la búsqueda, en caso que de las gestiones que se están desarrollando resulten elementos objetivos que permitan establecer la posibilidad» de que las labores de rastreo arrojen un resultado «positivo».

«En cuanto se concreten estas gestiones, se procederá a dar cuenta a la Autorizad Judicial con el resultado de las mismas, para en su caso comenzar la búsqueda», señala la Policía Nacional.

LA BÚSQUEDA DE MARTA

La Sección Tercera de la Audiencia emitía un auto el pasado 26 de octubre de 2022, desestimando un recurso de apelación de la familia de la víctima, contra un auto previo emitido en febrero de 2022 autorizando a un perito a acceder a los «datos telefónicos crudos» de los teléfonos móviles con los que contaban Miguel Carcaño y Marta del Castillo; pero excluyendo de dicha medida «el resto de terminales telefónicos», en alusión a los móviles de otras personas juzgadas por el crimen, como es el caso del hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado; su novia María García Mendaro, el amigo de Carcaño Samuel Benítez o el joven Francisco Javier García, conocido como El Cuco.

Los tres primeros fueron absueltos tras el juicio celebrado en 2011 contra los adultos acusados por este crimen, mientras en el caso del Cuco, fue condenado por un Juzgado de Menores por encubrir el asesinato perpetrado por Carcaño y, ya en 2022, el Juzgado de lo Penal número siete le condenaba junto a su madre a dos años de cárcel por un delito de falso testimonio, en sus comparecencias como testigos en el citado juicio celebrado en 2011 contra los adultos.

La Sección Tercera de la Audiencia desestimaba el recurso de apelación de los padres de la víctima «al ser de aplicación la nueva doctrina del Tribunal Supremo (…), que considera precluido el plazo de investigación sin que previamente se hubiera acordado su prórroga, al no haber sido interesado por las acusaciones dicho pronunciamiento, efecto que debe apreciarse en las presentes diligencias, que se iniciaron en fecha de 9 de noviembre de 2009» como «pieza separada para continuar las gestiones de búsqueda y localización del cuerpo» de la víctima, «sin que posteriormente se haya dictado resolución de prórroga del plazo de instrucción».

LAS DECISIONES PREVIAS

La Sección Tercera esgrimía en ese sentido la firmeza de la sentencia del Tribunal Supremo tras ser recurrida en casación la sentencia de la Sección Séptima de la primera instancia sobre la pieza principal incoada respecto a este crimen; así como el segundo archivo de las actuaciones incoadas contra Francisco Javier Delgado, hermano de Carcaño, a cuenta de las acusaciones en la que este le acusaba de ser el verdadero autor del crimen.

Citando una prolija jurisprudencia, la Sección Tercera de la Audiencia declaraba de este modo «concluida la fase de instrucción dado el tiempo de duración de la investigación», en concreto «12 años, once meses y 17 días», lo que «impide igualmente tener en cuenta las actuaciones acordadas una vez terminado el plazo de instrucción, conforme a la doctrina jurisprudencial, sin que resulte actuación delictiva alguna ajena a la que fue objeto de enjuiciamiento en la pieza matriz o principal», saldada con la condena de Miguel Carcaño.

NO HABRÁ MÁS DILIGENCIAS

Así, el tribunal desestimaba el recurso de apelación de la familia de la víctima y con ello confirmaba la denegación de «la práctica de nuevas diligencias de prueba», en este auto contra el que no cabía «recurso ordinario alguno».

No obstante, recientemente la Fiscalía formalizaba un escrito asegurando que la pieza de búsqueda del cadáver «siempre permanecerá abierta hasta que aparezca el cuerpo, sin límite temporal alguno», tras lo cual solicitaba a la autoridad judicial que especificase dicho extremo en su siguiente resolución.