La digitalización de los sistemas de atención de los organismos del Estado han dado mucho de qué hablar durante el último año. Lo que surgió como una alternativa para facilitar los procesos de asignación de citas y dinamizar las gestiones en los organismos públicos se ha convertido en un caldo de cultivo de mafias digitales que afectan al ciudadano y dejan en ridículo a las autoridades del Ministerio que dirige Fernando Grande Marlaska que no dan con una solución.
En diversos grupos redes sociales ya es común conseguir a «informáticos» que mercadean con las citas para asistir a consultas médicas en la Seguridad Social. El precio que deben pagar los interesados para poder obtener un cupo de manera rápida va de los 50 a los 80 euros, depende del centro de salud al que quieran acudir. Con esta situación está pasando lo mismo que lleva tiempo ocurriendo con las citas del sistema para la solicitud de protección internacional (asilo), que son vendidas por precios que van desde los 80 hasta los 120 euros.
Estas mafias dedicadas a gestionar estas trampas lo que hacen es acaparar todas las citas del sistema, mediante bots informáticos que las bloquean para el momento en el que se necesite asignar una de ellas, se las asignan solo a quienes paguen, sin que la población en general pueda tener la posibilidad de conseguirla, de manera gratuita, por sí mismos.
En Moncloa.com intentamos indagar sobre lo que estarían haciendo las autoridades del Ministerio del Interior en relación con las actuaciones de estas mafias y la única respuesta obtenida fue: «Las FCSE (fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado) actúan en todos los supuestos delincuenciales», sin ahondar en la manera en la que se está trabajando para evitar que estas mafias proliferen y los ciudadanos dejen de verse afectados por la inacción de las autoridades.
Esta situación ha quedado más en evidencia en estos momentos en el que los médicos de los centros de salud de la Comunidad de Madrid y de otras comunidades han enfrentado huelgas para exigir reivindicaciones laborales y que influyen directamente en la prestación del servicio a los ciudadanos. Una de las quejas es precisamente la falta de citas y ha sido a partir de allí que se comenzó a conocer que las estaban vendiendo en diversos grupos de redes sociales.
No obstante, esto es solo la punta del iceberg en España, donde las páginas de internet de varios de los organismos públicos que sirven para gestiones ciudadanas presentan constantemente fallas y débiles sistemas de seguridad por la falta de un simple certificado digital que quienes se encargan de los desarrollos y el mantenimiento de estos sitio no se ha encargado de pagar.
El detalle es que desde el Ministerio del Interior han negado que existan estas mafias que venden las citas, a pesar de que en los grupos de redes sociales, las personas que se dedican a ello ofrecen descaradamente sus servicios y se justifican diciendo que solo están haciendo su trabajo, por lo que además se jactan de que no están cometiendo ningún delito, sino utilizando herramientas tecnológicas debido a la debilidad de los sistemas informáticos del Estado.
En el caso de las citas para la solicitud de protección internacional (asilo) la situación comenzó a se más grave a partir de febrero del año pasado, tras el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, pues aunque la mayoría de estos sistemas fueron implementados después que comenzó la pandemia ocasionada por la Covid-19, en 2020, hasta principios de 2022 funcionaban con normalidad; sin embargo, a partir de la llegada al país de los refugiados ucranianos, para lo que se habilitó a un personal especial para atenderlo, dejando a la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior con la cantidad de personal justo para las demás gestiones.
Esta situación ha hecho que las propias organizaciones que se encargan de ayudar a los migrantes que llegan al país con la intención de pedir asilo hagan un llamado a las autoridades para garantizar el acceso al sistema de solicitud de protección internacional, debido a que estas mafias se valen de la vulnerabilidad y la necesidad de estas personas para obtener ganancias mediante el cobro por la obtención de una cita que es completamente gratuita.