El PSOE ha dado todo el protagonismo a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, contra todo pronóstico. Desde Moncloa quieren empezar la campaña con miembros del Gobierno y quieren dar protagonismo a algunos ministros, pero en Ferraz están visiblemente molestos con la elección de Montero. Ya ha hecho un par de mítines y en ambos ha salido mal parada a nivel interno. Sus frases mal pensadas, sus discursos mal preparados y sobretodo su tono político han caído como un plomo en la sede del PSOE. Fuentes del partido aseguran que esto es lo que tiene que pagar Pedro Sánchez por mantener unido al PSOE andaluz. Y estas mismas fuentes destacan que la vuelta a la política de la expresidenta de Andalucía Susana Díaz tiene mucho que ver con que Sánchez haya querido dar más protagonismo a socialistas como María Jesús Montero.
Las perlas de la ministra de Hacienda como «mitinera» han sido muy comentadas en Ferraz y en los grupos de Whatsapp de los socialistas. «España era ignorada en el mundo antes de Sánchez», ha asegurado María Jesús Montero en un acto que podría calificarse de campaña en Huelva. Acompañado de afirmaciones como que España «venía derrotada del combate de una crisis financiera que se estaba casi resolviendo como siempre a costa de los hombros de los trabajadores, del empobrecimiento de la clase media, de nuestros pensionistas, de la precariedad de nuestro mercado laboral». Pero todos estos comentarios que tanto han comentado los socialistas tienen que ver con que Sánchez quiere dar más protagonismo a su PSOE andaluz.
Susana Díaz quiere volver a la política. La misma que intentó acabar con el reinado de Pedro Sánchez está decidida a regresar para calentar el relevo del actual líder socialista. Este mensaje ha puesto relativamente nervioso a un presidente del Gobierno que tiene intención de dar el salto a Europa pero que no quiere perder el control de su partido. Si Susana Díaz vuelve con fuerza, podría acabar con el cerrado liderazgo de Sánchez; pero desde Moncloa tienen un plan para anular las pretensiones políticas de la expresidenta de Andalucía.
Si hay algo que tiene María Jesús Montero es control y conocimiento del PSOE de Andalucía. La única razón por la que es ministra es porque precisamente tiene la llave de esta delegación territorial tan importante para el Partido Socialista. Darle protagonismo en plena campaña tiene mucho que ver con las pretensiones de Pedro Sánchez de no dejar que Susana Díaz coja fuerza. Si en el PSOE de Andalucía están satisfechos y conformes con el liderazgo del presidente, no habrá plataforma sobre la que Díaz pueda apoyarse para asaltar el poder. Y si María Jesús Montero puede no solo coger protagonismo a nivel nacional, sino que aumentar el control que tiene sobre la delegación territorial para obedecer los designios del líder del PSOE, mejor que mejor. Que ahora la ministra haya viajado a Andalucía para lanzar un mitin bien seguido por los medios afines al PSOE tiene mucho que ver con las ganas de Sánchez de que su ministra retome el control sobre la delegación del sur.
Sánchez quiere que su ministra le ayuda a torpedear las pretensiones de Díaz; y para ello le ha dado mucho más protagonismo en los actos de precampaña y en la región a la que tanto le gusta viajar a la titular de Hacienda. Susana Díaz de momento solo ha dejado entrever sus intenciones en un contexto en el que el presidente del Gobierno podría perder la Moncloa. Pero Sánchez no ha esperado ni un minuto para poner el contrapeso y para dejarle claro a Díaz quién manda y quién toma las decisiones. Desde Ferraz lo ven normal porque «Sánchez es una persona tremendamente rencorosa», tal y como aseguran fuentes del partido.
