Irene Montero también se carga el Día del Padre: ahora pretenden llamarlo el Día de la «persona especial»

El tema de las teorías conspirativas del feminismo de Irene Montero están ya legando demasiado lejos. A través de las redes sociales se ha hecho viral la denuncia presentada por un padre, que recibió un mensaje enviado por la maestra de un colegio público en el que le decía a los representantes de los alumnos que ya no se celebraría más el Día del Padre, sino que a partir de ahora lo llamarán el «Día de la Persona Especial».

El argumento para hacer esta cambio no ha sido otro que la Ley de Familias, la cual estipula que en el país existen por lo menos 16 tipos de familias, que no necesariamente incluye a un padre como parte de ese núcleo, por lo que en el centro educativo ya no iba a celebrar más el Día del Padre y en cambio le pedía a los representantes que les hicieran llegar una fotografía de la familia o «de un primo muy guapo», para poder hacer la celebración. «El 19 de marzo es el día del primo Jaime», ironiza el padre enfadado haciendo referencia al mensaje enviado por la docente.

En las imágenes difundidas, el padre que hace la denuncia, asegura que el audio es de una maestra de un colegio público de Sevilla, que además es pagado con los impuestos de todas las personas que viven en España, por lo que el afectado hace un llamado a que en las próximas elecciones las personas se piensen mejor el voto, para poder cambiar este tipo de situación.

El hombre que hace la denuncia además hace la salvedad de que evidentemente se sabe que hay otro tipo de familias, pero que sería responsabilidad de los padres de los niños explicarle que esas otras familias existen, a pesar de que durante toda la vida se ha celebrado el Día de la Madre y el Día del Padre.

Aunque la promoción de la Ley de Familias fue un «logro» de la ministra de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, que fue la encargada de impulsarla, pero toda la parafernalia feminista extrema que contiene el texto es cosecha de la figura más radical que hay dentro de Podemos y dentro del Gobierno de Pedro Sánchez, la propia Irene Montero, quien ha sido la encargada de llevar la bandera «feminista» dentro del gobierno de coalición.

El representante ironiza un poco sobre los comentarios hechos por la docente, sobre los tipos de familia, haciendo alusión a que así como hay familias monoparentales o que tienen dos papás o dos mamás, puede haber familias que tengan un perro y una vaca.

En las 16 definiciones de familias que introdujeron en el texto legal, el Gobierno habla desde la familia biparental (que es la unión de dos personas, sean hombre o mujer), pero a partir de allí hacen toda una serie de variaciones que van desde las familias monoparentales, familias jóvenes, familias LGTBIQ+, familias múltiples, familias migrantes, familia reconstituida, entre otras variaciones de lo que ellos consideran que debe ser la familia.

Pero el tema va mucho más allá, y raya en el adoctrinamiento, pues la ley señala que en los centros de educación pública están obligados a introducir toda esta información en los libros de texto que se utilizan para la enseñanza, a fin de que los alumnos se familiaricen con esta diversidad ideológica. Además, especifica que los padres no podrán negarse a que sus hijos reciban este tipo de formación ideada por el ala más radical del feminismo que opera en el Gobierno de Pedro Sánchez.

Toda esta situación ha generado polémica, como la mayoría de los textos legales que han impulsado desde Podemos y que han sido tomadas como bandera de la ministra Irene Montero, quien se ha destacado como el ala más radical del feminismo español, mediante la promoción de textos legales tan polémicos como la Ley del solo sí es sí, que ya ha beneficiado a más de 700 agresores sexuales, de los cuales por lo menos el 10% han quedado en libertad, tras la entrada en vigencia de la ley, en noviembre de 2022.

Con este proyecto de Ley de familias el Gobierno de Pedro Sánchez ha pretendido cambiar las bases normativas de lo que hasta ahora había sido la sociedad española, mediante la aceptación de estos patrones impulsados por el feminismo radical de Irene Montero y su séquito de asesores».