La Armada española se encuentra realizando en este primer trimestre del año un despliegue sin precedentes en el Mediterráneo. Para ello ha formado un Grupo Anfibio Aeronaval denominado Dédalo 23, en homenaje al primer portaaviones de la Armada española. El Grupo Anfibio Aeronaval Dédalo 23 esta formado por el portaaeronaves Juan Carlos I, con aviones de combate Harrier AV-8B+ y helicópteros SeaHawk SH-60B y SH-60F, los buques anfibios Galicia y Castilla, en los que embarca un batallón reforzado de Infantería de Marina, las fragatas Victoria y Blas de Lezo como escoltas, el buque de aprovisionamiento en combate Cantabria y el submarino Tramontana.
Desde que partieron de la base aeronaval de Rota a comienzos de enero han participado en ejercicios anfibios combinados con la Marina francesa en las costas de Corcega y Tolón, para más tarde navegar hacia el Mediterráneo Oriental.
El terremoto de Turquía
El Grupo Expedicionario Dédalo-23 se encontraba el 6 de febrero desplegado en el Mediterráneo cuando un gran terremoto asoló Turquía. Esta circunstancia, unida a la flexibilidad que ofrecen las capacidades aeronavales, permitió que en las primeras 48 horas pudiera sumarse a la operación de asistencia humanitaria a Turquía, que se desarrolló entre el 8 y el 15 de febrero.
En ella estuvieron implicados cuatro buques, el batallón de desembarco, 53 vehículos, dos helicópteros y seis lanchas de desembarco, con un total de 1.550 marinos e infantes de marina, de los cuales 506 desembarcaron y operaron desde tierra.
Los buques españoles llegaron a las inmediaciones de la ciudad de Alejandreta a primera hora del día 8 y, como el puerto estaba inutilizado, realizaron un desembarco anfibio en una playa cercana. El mismo día 8, los infantes de marina del batallón de desembarco (pertenecientes al Segundo Batallón de Desembarco del Tercio de Armada de San Fernando) ya estaban colaborando en la búsqueda de supervivientes entre los escombros y distribuyendo alimentos y agua potable entre los damnificados.
El contingente de la Armada rescató a un niño de siete años y a un adulto de 70 años, el quinto y sexto día después del terremoto, cuando las esperanzas de encontrar supervivientes estaban desapareciendo. También recuperaron 30 cadáveres. Asimismo, desescombró una superficie de más de 4.200 metros cuadrados y se ayudó a la apertura de viales en apoyo a los equipos de rescate.
Los infantes de Marina apoyaron en la descarga de aviones en el aeropuerto de Adana y de dos barcos con más de 1.800 toneladas de ayuda humanitaria en el puerto de Limak, y colaboraron en la distribución de 3.600 toneladas de ayuda humanitaria, 100 metros cúbicos de agua y dos toneladas de ropa de abrigo.
Además, entregaron 40 toneladas de sus propias existencias de agua embotellada y alimentos a través de agencias del Gobierno turco y ONGs y montaron cinco campamentos para damnificados en apoyo de la organización turca de emergencias AFAD.
También escoltaron diferentes convoyes logísticos y equipos de búsqueda entre el aeropuerto e Iskenderun, apoyando el montaje de seis campamentos para desplazados en las proximidades del puerto de Limakport (Iskenderun). Además, prestaron asistencia sanitaria de urgencia a 30 personas en las proximidades de la base avanzada en tierra.
Otra tarea que se priorizó fue el apoyo a los equipos de rescate y de ayuda españoles en la zona.
Para ello, se estableció contacto con ellos diariamente y se prestó apoyo de transporte a los Bomberos de la Comunidad de Madrid en su repliegue, apoyo logístico a los Bomberos de Málaga y se colaboró en la puesta en marcha del Hospital de Campaña de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID), proporcionando 40 toneladas de alimentos y agua y 2.000 litros de gasoil de sus existencias, así como kits de supervivencia a ONGs turcas.
Ejercicios con la US Navy, la Marina Militare y la Marine Nationale.
Tras este más que meritorio trabajo en Turquía la agrupación Dédalo 23 ha regresado a sus operaciones aeronavales habituales, participando en el ejercicio Neptune Strike 23 en el mar Adriático, con la US Navy y la Marina Militare italiana, y en el Helmex Orión 23, organizado por la marina francesa.
En el primero han destacado las operaciones de vuelo combinadas entre los aviones AV-8B+ Harrier II de la Armada española y la Marina Militare italiana y los F-18F Súper Hornet del portaviones norteamericano George H.W. Bush (CVN-77).
En el ejercicio Helmex Orión el portaeronaves anfibio español ha operado junto al portaviones francés Charles De Gaulle (R-91) en unas muy duras condiciones de mar, con olas de más de ocho metros y vientos de más de cien kilómetros por hora.
En estos días las dotaciones de la agrupación Dedalo 23 se encuentran disfrutando de un más que merecido descanso en el puerto de Nápoles, antes de poner proa España. Sin duda se lo han ganado, dejando muy alto el listón de las capacidades de la Armada española, tanto en misiones de combate aeronaval y operaciones anfibias, como en la circunstancial misión de apoyo humanitario con motivo del terremoto de Turquía. Una demostración insuperable de porque una nación como España debe conservar estas capacidades de proyección del poder aeronaval.