Ramón Tamames pasó de activo del SECED de Carrero Blanco al comité central del PCE

Ramón Tamames ha cerrado su poco glorioso minuto de gloria postrero en el Congreso de los Diputados, después de que la mayoría del Parlamento desechara su candidatura a presidente del Gobierno. El es último paso, a la tardía edad de 90 años, de una carrera que ha estado más cerca de la derecha que representa Vox de lo que pudiera pensarse. Un proclamado comunista, paradójicamente con una carrera empresarial larga, pero desigual en fortuna y polémica. Comunista, activo del SECED del almirante Carrero Blanco, político de mil partidos, empresario: Tamames.

Los años pasan y la memoria se disuelve, pero quedan los testimonios y las fuentes originales en letra impresa. En una entrevista concedida a El Confidencial en junio de 2022, Tamames reconocía su papel en el Régimen de Franco con estas declaraciones: “Yo podría perfectamente haber sido ministro de Franco. Pero dije, voy a esperar a la democracia, no quiero ser ministro de la dictadura”. Ramón Tamames, que fue detenido por la policía franquista y pasó un mes en prisión (en sustitución del pago de multas gubernativas), estaba mucho más metido en las entrañas del régimen de Franco de lo que aparenta su currículum público.

Ramón Tamames y su compañero de entonces, José Terceiro, contactaron con los servicios secretos de Carrero Blanco para formar parte de una operación llamada PROMESA (Promotora de Estudios Sociales SA). A esta iniciativa se sumarían nombres como Pío Cabanillas, Pérez Escolar, Jesús Polanco, Fuentes Quintana, o el ministro Barrera de Irimo, entre otros. La iniciativa contó con el visto bueno del coronel José Ignacio San Martín, jefe del SECED Todo ello autorizado por el mismísimo presidente del Gobierno de entonces, el almirante Luis Carrero Blanco.

Este episodio, perdido en el tiempo, ha sido recuperado por José Luis Mora, que lo relata en su blog Tierra de O (Tamames, un comunista castizo). Las fuentes originales de la información son compañeros de aquellos movimientos del tardofranquismo, el jurista y financiero Rafael Pérez Escolar, y el general y ex miembro de los servicios secretos Juan María Peñaranda.

En el imaginario político Ramón Tamames tiene acreditado un pasado comunista y antifranquista. Es cierto que se afilió al PCE en los años cincuenta, así como su actividad en círculos antifranquistas. Pero también en los franquistas. El tardofranquismo buscó líneas políticas, de trabajo y líderes entre cierta flor y nata de la intelectualidad del momento, en la que estaba sin duda Ramón Tamames.

EN LA EMPRESA DE UN MINISTRO DE FRANCO

El entonces joven economista, formado en la prestigiosísima London of Economics School, era en aquellos años 70 uno de los directivos de Iberplan, compañía que presidía el entonces ministro de Hacienda, Barrera de Irimo. O sea, más bien lejos del antifranquismo más recalcitrante. Los testimonios sitúan a Tamames en el restaurante Lhardy junto a parte del movimiento PROMESA la noche antes del asesinato del almirante Luis Carrero Blanco. Asesinato oficialmente llevado a cabo por ETA, del que este año se cumple el 50 aniversario.

El presidente propuesto por Vox formó parte del Comité Central del PCE de Santiago Carrillo, y su papel fue extraño en la moción de censura de 1989 que desalojó de la alcaldía de Madrid a una coalición formada por el PP, entonces Alianza Popular, y el CDS. Se rompió la coalición DEL PCE que él mismo lideraba en la Plaza de la Villa con el PSOE, y Agustín Rodríguez Sahagún, de la formación de Adolfo Suárez, fue alcalde. José María Álvarez del Manzano (AP) quedó como mano derecha del alcalde Sahagún, enfilado ya a su primera mayoría absoluta y a ser largos años el primer edil de la capital.

Con la llegada de José María Aznar a la presidencia del Gobierno Tamames comenzó una larga y errática carrera empresarial. La más de media decena de compañías en la que ha formado parte como alto cargo han estado mayoritariamente dedicadas a la promoción inmobiliaria.

Aún hoy se mantiene en el consejo de administración de dos empresas, Estrabonia 96 y Proyectos e iniciativas empresariales SA. La primera, situada en el barrio madrileño de Hortaleza, esta casi inactiva. La segunda tiene más interés empresarial. En ella Tamames es socio de Juan Claudio de Ramón. Este empresario fue presidente de Inmobiliaria Bami, propiedad del Banco Central Hispano (heredero de la fusión entre Banco central y el Banco Hispano, que acabó formando parte del conglomerado que dio origen al Santander). De Ramón, veterano socio de Tamames, sigue perteneciendo -según la base de datos Insightview que monitoriza el registro Mercantil- a Bami, que acabó integrada en la gran inmobiliaria de Joaquín del Rivero, Metrovacesa.

ACUSADO DE TRÁFICO DE INFLUENCIAS

En su azarosa vida política, Ramón Tamames fue diputado del CDS de Adolfo Suárez en los primeros años 90. El problema es que paralelamente siguió su carrera empresarial. Tamames y su empresa Dainursa se vieron envueltos en operaciones extrañas tanto en Sanlúcar de Barrameda, como en Madrid. En la localidad gaditana intentaron montar un “Hotel-Parador” entre fuertes acusaciones de haber adquirido un inmueble histórico gracias a un presunto tráfico de influencias. Lo mismo sucedió con la compra de otro inmueble, en la Cava Baja de Madrid, que estaba declarado en ruinas. Tamames salió judicialmente incólume de estas polémicas.

Estos dos días Ramón Tamames ha sido propuesto como presidente del Gobierno. No ha sido elegido, del mismo modo que no fue ministro con Franco. Ni tampoco después del 23 F, pese a que su nombre estaba apuntado en una lista por los golpistas para que fuera el titular de la cartera de Economía. En la lista de un gobierno de concentración nacional que el general Armada llevó al Congreso al teniente coronel de la Guardia Civil sublevado, Antonio Tejero. Un Gobierno que hubiera presidido el general Armada, con Tamames como ministro. Este 23M, tampoco ha salido la enésima operación Tamames.