Los trámites de ciudadanía y migración no son sencillos y se necesita paciencia. Sin embargo, al obtener un estatus jurídico más estable, las presiones disminuyen y aumentan los beneficios.
Ahora bien, muchos extranjeros residentes en España no logran obtener nacionalidad porque no cumplen con los requisitos exigidos, así que conviene repasar lo que se necesita para conseguir el derecho a la nacionalidad.
¿Por qué solicitar la nacionalidad española?
Tener la nacionalidad española permite que un extranjero pueda gozar de todos los derechos inherentes de quienes nacen en el país. Por ejemplo, podrá vivir, circular y trabajar de forma estable y libre, sin la necesidad de actualizar documentos de residencia. Además, como España forma parte de la Unión Europea, los extranjeros que son acreditados con la nacionalidad pueden viajar dentro y fuera de los estados que conforman esta entidad geopolítica, sin solicitar visados especiales.
Los nacionalizados tienen derecho al voto y a los beneficios que conlleva poder ejercer tal derecho, lo que incluye aspirar a cargos en entidades de la Administración pública. Incluso pueden ser elegidos por voto en la representación de cargos políticos. Otro de los beneficios para quienes adquieren la nacionalidad española es el poder participar de la reagrupación familiar, un trámite que, siendo residente extranjero, puede ser difícil de conseguir.
Los residentes no europeos en España podrán adquirir la nacionalidad, según lo establece el ordenamiento español. Pero para lograr vincularse de forma definitiva con el país, es preciso cumplir los requisitos y ejecutar algunos trámites legales.
Trámites para lograr la nacionalidad española
Es preciso haber cumplido el tiempo exigido como extranjero residente para nacionalizarse como español. Se exige una permanencia legal y continuada del solicitante de mínimo 10 años; a menos que se esté en condición de refugiado, un estatus que permite iniciar el proceso cuando se han cumplido cinco años de residente legal en el país.
Es preciso que los solicitantes aprueben un examen nacionalidad que contempla aspectos relacionados con la geografía, cultura, historia y la sociedad española. A este examen se le conoce como CCSE y, como tiene un período de vigencia de cuatro años, se recomienda presentarlo una vez que se han cumplido los años de residencia exigidos para solicitar la nacionalidad. Basta con hacer la inscripción y enviar dinero al Instituto Cervantes, correspondiente al pago de la tasa por el examen.
Los solicitantes deberán demostrar que poseen una conducta cívica responsable, y que no poseen registro penal activo. Además, deben rellenar la solicitud correspondiente al trámite y presentar todos los documentos exigidos. El trámite puede realizarse de forma presencial, en las oficinas que establece la Ley 39/2015 o llevar a cabo el proceso de solicitud por vía electrónica.
Una vez aprobada la nacionalidad, los extranjeros tendrán que hacer una declaración pública, un juramento de fidelidad al rey y de obediencia a las leyes de España. Se puede renunciar a la nacionalidad anterior, o mantener una doble nacionalidad; esto será decisión personal del ciudadano. Finalmente, en el registro civil, se tendrán que inscribir el nombre y los apellidos para terminar su acreditación como ciudadano legal y nacionalizado español.
