Con la subida de las temperaturas llega el momento de destapar la piel con toda su blancura después del invierno. Exponerse al sol y a los rayos ultravioleta es una práctica nada recomendada por los dermatólogos, así lo más saludable es lucir palidez con orgullo y mucha protección solar. Pero aún tenemos otra opción para disfrutar de un aspecto dorado sin dañar nuestra piel. Hablamos de los autobronceadores, unos productos que una vez aplicados tiñen la piel con un tono muy natural y muy favorecedor.
UNA NUEVA GENERACIÓN DE AUTOBRONCEADORES
Hace algunos años los autobronceadores tenían mala fama porque eran difíciles de aplicar, dejaban ronchas en la piel, se iban descamando de una forma muy antiestética o proporcionaban un tono anaranjado bastante artificial. Afortunadamente, ahora contamos con una nueva generación de productos mejorados, que ofrecen resultados impecables, no dejan marcas, son muy naturales y encima hidratan y protegen la piel. Se pueden utilizar de forma puntual, para ocasiones especiales, en los primeros días del verano, hasta que la piel suba de tono de forma natural, para mantener el moreno o siempre que se desee porque son totalmente inocuos.
