‘Ansiedad, hipocondría y experiencias sexuales traumáticas’ de Daniel Arce, editado por Libros y Literatura

¿A quién no le gustan los antihéroes? En este tipo de personajes, tan débiles y humanos, es fácil identificarse. Y Daniel Arce ha creado en Ansiedad, hipocondría y experiencias sexuales traumáticas un personaje brillante que encaja a la perfección en este modelo de antihéroe. 

Pedro es un hombre de cuarenta y cinco años que se halla inmerso en un letargo emocional. Su vida, quizás demasiado solitaria, viene marcada por su trabajo en el ayuntamiento. Su día a día no es más que pura rutina. Trabajo, casa, comida, televisión y, de vez en cuando, alguna que otra cerveza con su amigo Jena. La vida social quedó atrás. La amorosa parece que también.

Eso sí, hay algo que nunca abandona a Pedro: su hipocondría. Sin duda esta es su más fiel amiga. Dolores en el pecho, visitas al ambulatorio, pruebas y más pruebas con especialistas… quizás un tumor, quizás un cáncer y, casi seguro, la muerte. 

Por si fuera poco, al pobre Pedro el tema sentimental no es que le vaya demasiado bien. Andrés, un compañero de trabajo, le invita a una cena en su casa para presentarle a Verónica, la hermana de su mujer, y, aunque no le hace demasiada ilusión, acaba por aceptar. Total, ¿qué podría ir mal? Pues todo. Es complicado explicarlo con palabras, pero este capítulo roza lo sublime y la más absoluta vergüenza ajena. Todo en uno: el pack completo.

Y eso que Verónica es una mujer de armas tomar, pero el pobre Pedro no está en su mejor momento y después de este desastroso primer encuentro solo quiere desaparecer. Lo que Pedro todavía no sabe es que, a esa hipocondría que conoce tan bien y al resto de sus miserias amorosas, está a punto de sumarse una amiguita muy especial: la ansiedad. Una arpía con las garras muy afiladas que ha llegado para quedarse.

¿Alguien da más?, ¿puede sucederle algo peor a Pedro? Por supuesto que sí. Jimena, la recepcionista del ambulatorio, entra en acción para complicar, más si cabe, su insulsa vida. 

El autor sumerge de lleno al lector en las desgracias de este antihéroe que tan bien ha conseguido perfilar en sus páginas. Un personaje corriente, muy humano, lleno de miedos y miserias, pero, también, un tipo con sueños y ganas de ser feliz. 

Ansiedad, hipocondría y experiencias sexuales traumáticas, de la editorial Libros y Literatura, propone un viaje emocional tremendamente divertido de la mano de Pedro y el resto de personajes que lo acompañan: el incorregible Jena, la dulce Jimena, el leal Andrés, la inigualable Verónica y el más que necesario Emilio. 

Daniel Arce escribe sin tapujos. Es por eso por lo que el lector más puritano puede que se escandalice con algunos de los episodios que el autor narra. Porque hay sexo, mucho sexo gráfico en estas páginas. También desgracias, miedos, drogas, herpes y gatillazos. Pero si ese lector escandalizado sigue leyendo, descubrirá que en Ansiedad, hipocondría y experiencias sexuales traumáticas hay también esperanza, aprendizaje, amistad y amor. Y todo ello narrado desde el humor, que es una de las mejores formas de afrontar la vida.

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