Hablando del genoma supermusgo, aunque a simple vista parezca un musgo más, Physcomitrella patens o “supermusgo”, es muy especial. Y no sólo porque se trata de una planta muy primitiva, similar a las primeras que conquistaron la tierra firme hace 450 millones de años. Lo más interesante es que este musgo unicelular es capaz de adaptarse al frío, al calor, e incluso a la sequía extrema. De hecho, aunque este sufra una deshidratación durante un largo período de tiempo, es capaz de volver a crecer y recuperar su actividad normal cuando se riega.
Conociendo sus 36.000 genes, los investigadores esperan identificar qué regiones del ADN controlan estas tácticas de supervivencia para, a continuación, incorporarlas a especies agrícolas relacionadas con la alimentación. De esta forma pretenden mejorar la agricultura en muchas regiones del tercer mundo con climas extremadamente secos.
