Los B-52 vuelven a Morón

Desde el pasado mes de febrero, coincidiendo con el primer aniversario de la invasión de Ucrania, cuatro de los míticos bombarderos B-52H han vuelto a operar desde la base aérea de utilización conjunta de Morón de la Frontera (Sevilla). Despegando desde esta instalación, compartida con los Eurofighter del Ala 11 del Ejército del Aire y del Espacio, los B-52H realizan, en estos días, patrullas en zonas cercanas al espacio aéreo ruso y participan en ejercicios con el resto de fuerzas aliadas en Europa.

Su misión es mostrar el compromiso de los EEUU con los países amigos y aliados, en este caso de la OTAN, en el marco de la amenaza que actualmente representa Rusia para ellos, especialmente para los aliados de Europa Oriental. En este sentido, el pasado 24 de febrero, dos de estos gigantescos aviones, 56 metros de envergadura de alas por 48 de largo desde la cola hasta el morro, participaron en el desfile aéreo que conmemoraba la independencia de Estonia.

Los B-52H llegaron en dos tandas. La primera pareja de aeronaves despegaba de la base de Minot el pasado 23 de febrero y, tras un largo vuelo en el que fueron reabastecidos en el aire sobre el océano Atlántico y participaron en dicho día de la independencia de Estonia, aterrizaban en Morón, el 24 de febrero. La otra pareja de bombarderos llegaba a la base andaluza del Ejército del Aire y del Espacio durante la noche del 25 al 26 de febrero.

Estos B-52 Stratofortresses forman parte de la quinta Ala de Bombardero y llegaron a la instalación aeronáutica sevillana procedentes de la base aérea de Minot Air Force (Dakota del Norte), formando unafuerza de tarea de bombarderos o Bomber Task Force, en base al 23rd Bomb Squadron de dicha Ala.

Este tipo de bombardero, fabricado por la multinacional aeronáutica estadounidense Boeing, tiene la capacidad de transportar munición nuclear, además de convencional guiada de precisión, en unas cantidades inigualables para cualquier otra aeronave. En total 22.670 kilos de carga que se puede componer de decenas de bombas convencionales o misiles de crucero.

En un conflicto convencional, el B-52H es capaz de realizar múltiples tareas. Desde ataques estratégicos en la profundidad de la retaguardia del enemigo a apoyo aéreo cercano a las tropas en la línea de contacto. También es capaz de realizar operaciones ofensivas contra las defensas antiaéreas o ataques a buques de superficie y sembrado de minas.

El B-52 lleva en servicio más de medio siglo. Aunque fue inicialmente diseñado, en plena Guerra Fría, como un bombardero estratégico capaz de lanzar bombas nucleares sobre el territorio de la antigua Unión Soviética, debutó en combate en la guerra de Vietnam, realizando misiones de bombardeo convencional. Las continuas modernizaciones a las que han sido sometidos les permiten mantenerse como un sistema de armas insustituible. La versión actualmente en servicio es la H, pero ya está en proyecto una nueva actualización en la que se les sustituirán sus ocho motores y con la que se supone que pondrán llegar a mantenerse en servicio durante la friolera de 100 años. Una marca inalcanzable para cualquier otra aeronave. En resumen un avión mítico, con muchos años sobre sus cuadernas, y que permite mantener unas capacidades a la US Air Force de las que carecen el resto de fuerza aéreas.

La base aérea del Ejército del Aire y del Espacio en Morón de la Frontera esta más que habituada a estos despliegues de los B-52H. Además, en ella realizan escalas habitualmente multitud de aviones de las USAF en tránsito desde o hacia los Estados Unidos.