Pedro Sánchez quiere que Héctor Gómez le ayude a reconciliarse con la «derecha socialista»

En Ferraz reconocen que Héctor Gómez, nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo, le ayude en una importante empresa en la que hasta ahora ni Nadia Calviño ha llevado a cabo. El presidente del Gobierno sabe que necesita reconciliarse con la «derecha socialista», ese ala más moderada del PSOE que no está muy conforme con la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno y con las concesiones a partidos como Esquerra Republicana de Catalunya. En el PSOE reconocen que Héctor Gómez es un peso pesado del partido dentro de ese grupo más conservador. Y elevarlo a ministro tiene la intención directa de buscar nuevos puentes con esta facción tan distanciada de la línea de Moncloa. Sánchez quiere reconstruir el partido.

El PSOE ya apartó en su momento a Héctor Gómez, pero ahora le ha traído a la primera línea de la política sin demasiadas competencias. Será ministro durante ocho meses y no tendrá ninguna capacidad para hacer nombramientos de calado en el ministerio que hasta ahora había estado en manos de María Reyes Maroto. La llegada de este nuevo ministro, sin embargo, tiene una segunda intención escondida, tal y como acreditan fuentes solventes de Ferraz, que tiene mucho que ver con buscar una reconciliación con el ala moderada socialista. Las decisiones que hasta ahora se habían tomado desde Moncloa no habían gustado nada en el ala moderada del PSOE y la llegada de Héctor Gómez puede calmar los ánimos. O al menos eso es lo que piensan desde el partido.

La decisión de traer a este ministro no ha sido algo esperado en el PSOE. De hecho, Héctor Gómez había pasado por debajo de todos los radares socialistas porque de hecho ya le habían apartado de forma fulminante pese a que seguía pisando en Congreso porque tenía un elevado entendimiento con la derecha no solo dentro de su partido, sino también de otras formaciones como el Partido Popular o Vox. Estas decisiones no gustaron en el partido, pero nadie se atrevió a levantar la voz. Ahora Héctor Gómez ha sido premiado por su segundo plano tan elegante.

Héctor Gómez es un político de perfil bajo que no ha dado disgustos al partido. Pero además es alguien que se ha mantenido en ese discreto segundo plano que tanto gusta en política. La nueva empresa cogiendo importancia dentro del grupo parlamentario es la de convencer a los moderados socialistas de que se estructuren en torno al PSOE. Al menos el colocar a Héctor Gómez como ministro de Industria, Comercio y Turismo es un buen comienzo para tender puentes a nivel interno con un sector que se ha dejado ver en los movimientos del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

LOS NUEVOS NOMBRAMIENTOS

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha roto su regla de oro de nombrar solo mujeres para el Consejo de Ministros. En su lugar, ha enmascarado una crisis de Gobierno edulcorada con la salida de María Reyes Maroto y Carolina Darias con dos nuevos nombramientos que han sorprendido poco en el seno socialista. Héctor Gómez será ministro de Industria y José Manuel Miñones se quedará en Sanidad. Lo que sí ha sorprendido en el PSOE es que no haya habido ningún otro nombramiento extra con su correspondiente cese. Que Pedro Sánchez llevaba meses planeando una crisis de Gobierno no es ningún secreto en Ferraz, pero de momento se ha contenido.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este lunes que Héctor Gómez será el nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo, mientras que José Manuel Miñones asumirá la cartera de Sanidad. Lo harán en sustitución de Reyes Maroto y Carolina Darias, respectivamente.
Moncloa ha comunicado a primera hora de la mañana esta comparecencia de Sánchez, para la que se preveía que informara de estos cambios en el Gobierno ante la salida de las ministras Maroto y Darias, que serán candidatas a las elecciones municipales del próximo 28 de mayo.

Estos dos nombramientos han sido esperados dado que Pedro Sánchez ya había anunciado que Reyes Maroto sería la candidata del PSOE al Ayuntamiento de Madrid y Darias daría el salto a Las Palmas de Gran Canaria. Aún así, esto ha sido visto como un lavado de cara y como una crisis de Gobierno edulcorada que bien podría haber arrastrado a otros ministros de peso como Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska o la propia Pilar Llop.