Las clases medias se hunden, los beneficios empresariales se disparan y caen los salarios

Los gráficos no dejan lugar a dudas. Los beneficios empresariales se han disparado estos últimos años en comparación con otros periodos, sin embargo, los salarios siguen en un proceso de devaluación constante que deja claro que el Gobierno progresista no es precisamente un aliciente para la redistribución de la riqueza. Las ganancias empresariales marcan récord, hasta un 91,3% en el año de la guerra. Las ventas han aumentado un 41%, pero los sueldos solo han crecido un 3% en comparación con el año anterior. 2022 ha dejado claras dos cosas: ls beneficios empresariales se han concentrado en los propietarios de las compañías y en los accionistas, la inflación se ha disparado y el Gobierno «más progresista» de la historia no ha conseguido redistribuir la riqueza ni alimentar las clases medias.

Los gráficos son demoledores. Los sectores más beneficiados en este 2022, el año de la guerra, son el de la energía y el comercio (incluido el sector de la alimentación). El problema es que este beneficio tan disparatado no ha repercutido en los salarios, que se mantienen en una subida de un 3% que se lo ha comido una inflación que ronda el 10%. Lejos de estos datos, lo que queda claro y las críticas que se escuchan en los partidos políticos es que el Gobierno más progresista no ha sido capaz de fomentar la redistribución de la riqueza. Ha arruinado más a las clases medias y ha conseguido que los empresarios abulten aún más su cartera sin dejar que repercuta en los sueldos. Los beneficios empresariales siguen al alza mientras el PSOE solos e ha preocupado de maquillar el sistema de pensiones para subir un 8% las prestaciones a los jubilados.

Impuestos a la Iglesia, más tasas a las rentas que superen los 60.000 al año pero lo cierto es que nadie ha frenado unos gráficos que dejan claro que España se parece cada vez más a Latinoamérica en cuanto a las clases medias se refiere. Por supuesto, estos datos se centran en las grandes empresas. Las petroleras son las primeras que han conseguido disparar los beneficios con la subida del coste del carburante. También las empresas energéticas como Iberdrola, pero también desde el sector de la alimentación. Desde el Gobierno quieren hacer campaña con unos datos que desde el PP entienden que son culpa de la gestión de los propios ministros.

En el Ejecutivo quieren utilizar esta información, según cuentan fuentes de Moncloa, para hacer campaña porque lo ven como una «justificación» para aplicar sus políticas. Sin embargo, lo que aseguran desde Génova es que con sus políticas se está asfixiando a las clases medias. En cualquier caso, las diferencias son notables y los gráficos dejan clara cuál es la tendencia. Llega el momento de hacer campaña y estos datos han sido ya encargados a los medios afines para hacer campaña.

No solo los salarios se han hundido por la inflación tan disparatada de estos últimos meses, sino que hay otro dato que hay que tener en cuenta y que golpea directamente a Unidas Podemos y al PSOE. Tampoco han sido capaces de votar a favor de elevar la indemnización por despido a los 45 días por año trabajado, una propuesta del partido de Gabriel Rufián que rechazó incluso la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para no enfrentarse con la patronal con la que tantos acuerdos ha alcanzado desde que ejerce como representante.