Simancas se acerca a Lobato para ver si tiene futuro en el PSOE de Madrid… otra vez

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales pierde carrete y ya ve la posibilidad de que no forme más parte del Gobierno. Rafael Simancas es famoso por dos cosas en el Ejecutivo: la primera, por tener mano en el PSOE de Madrid y por gestionar casi como si fuera su secretario general la UGT; y la segunda, por tener uno de los sueldos más altos del Gobierno, inexplicablemente. Sin embargo, el carrete de Simancas se acaba y ya ve las orejas al lobo. Fuentes de Ferraz aseguran que el secretario de Estado se está acercando a Juan Lobato para ver qué encaje podría tener en el PSOE de Madrid. La hecatombe está a la vuelta de la esquina y el propio Simancas ha visto su fin político.

El secretario de Estado lleva tiempo con la mosca detrás de la oreja. Fuentes de Ferraz dejan claro que Simancas ha estado los últimos meses paseándose por diferentes departamentos y administraciones para ver qué encaje futuro podría tener. Su aventura emocionante por la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales se acaba y no renovará previsiblemente en diciembre. Pero el problema no es solo que no confíe en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le integrará en el Ejecutivo, sino que considera que no tiene más recorrido en su cargo porque el PP arrasará en las próximas elecciones. Todo esto le ha llevado a los brazos de Juan Lobato, el secretario general del PSOE de Madrid, para ver qué pasos puede dar en un futuro.

Rafael Simancas se siente el «capo» del PSOE de Madrid. Y una de las razones por las que se ha arrimado a Lobato es que considera que gestiona «su» patio de recreo. Hasta no hace muchos meses, es decir, hasta que Lobato tomó el control de la delegación territorial de este PSOE madrileño, era Simancas quien decidía junto con la entonces delegada del Gobierno en Madrid y ahora directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, hasta quién trufaba el grupo municipal socialista. Con este cuadro, Simancas cree que podría reciclarse por enésima vez en la capital para tener mando en un PSOE-M que considera más suyo que de nadie. Total, muchos celebran la idea dado que Lobato no tiene precisamente todas las de ganar en las próximas elecciones autonómicas del próximo 28 de mayo.

Hay otras fuentes del PSOE que entienden que el acercamiento de Simancas a Lobato es un dardo envenenado. Estas mismas fuentes procedentes del PSOE-M entienden que el actual secretario general madrileño no tiene un largo recorrido en la política dado que las elecciones tumbarán las pocas expectativas que tenga. Tanto es así que hay movimientos en las entrañas del PSOE de Madrid para ver quién sustituye a Lobato. El haber llegado a la secretaría general haciendo tantos enemigos internos no ha sido una buena idea con unas expectativas electorales tan pobres. Pero hay quien ya se aprovecha de esta situación y quien ya entiende que debe tomar posiciones para heredar el puesto o la vacante que dejará Lobato cuando se caiga.

Sea como sea, lo cierto es que Simancas está paseándose por el PSOE de Madrid e incluso recuperando viejas amistades dentro de la delegación territorial para encontrar su acomodo en un futuro más próximo de lo que se espera. El paso de Simancas por el Gobierno se acaba, pero quien no ha tocado el sector privado en toda su vida y quien lleva casi cuarenta años viviendo de la política no tiene ninguna intención de pasar a un segundo plano. Ahora toca ver de dónde sacar un sueldo público y Madrid, donde ha sido el capo durante años, parece la mejor opción.