Noelia Vera casi «ha liquidado» su hipoteca sin dar un palo al agua y con una subvención

La exdirigente de Podemos Noelia Vera está de enhorabuena. Ha pasado de cargo público a carga pública y por el camino se ha llevado una hipoteca que ha amortizado completamente gracias a la subvención que cobra por haber dejado su puesto. Era secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, cargo que ostentó durante poco tiempo (concretamente, entre enero de 2020 y octubre de 2021), pero se ha quedado con una subvención tan cuantiosa que le ha permitido pagar buena parte de la hipoteca de su chalet con piscina, pista de tenis y 2.759 metros cuadrados de parcela sin dar un palo al agua y sin trabajar. Todo básicamente por los servicios «prestados» en la administración pública durante ese año y poco en el que estuvo al frente de un alto cargo del Ministerio de Igualdad.

La subvención de la que hablamos, esa a la que Noelia Vera ha accedido por haber trabajado como secretaria de Estado, roza por poco los 7.000 euros al mes. Noelia Vera hizo bien las cuentas. Mientras trabajaba como secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género cobraba poco más de 100.000 euros anuales, lo que se traduce en algo más de 5.200 euros mensuales de media. No hay que olvidar que la hipoteca a la que hacía frente Noelia Vera no era especialmente alta pese a las «prestaciones» que ofrece el chalet en el que vive, pues hablamos de a 216.000 euros, pero lo curioso es que ha sido capaz de pagar buena parte de la misma sin trabajar, solo con esa prestación que solicitó por los servicios prestados como secretaria de Estado en el Ministerio de Igualdad que ahora rige Irene Montero.

Durante su retiro espiritual, Noelia Vera ha podido permanecer sin trabajar todo ese tiempo que la prestación pública le ha dado cobertura. La exdirigente de Podemos dispone de esa salvaje indemnización mensual durante aproximadamente un año y nueve meses, es decir, que prácticamente ha amortizado una buena parte de la hipoteca sin trabajar. Esta realidad es ajena a la mayoría de los españoles, pero parece que luchar por los derechos de los demás durante un año y medio, al menos de forma completamente aparente, es extremadamente más rentable que doblar el lomo en cualquier otro tipo de trabajo. Noelia Vera no es precisamente una asidua de la Seguridad Social ni está excesivamente acostumbrada a eso de cotizar. No al menos desde el sector privado.

Sale rentable ser de Podemos. Al menos si formaste parte de ese sanedrín que fundó la marca morada al amparo del 15-M habrás conseguido, si no caíste en alguna purga que otra, un cargo público que te haya dado acceso directo a un nivel de vida muy superior. El caso de Noelia Vera enfada especialmente incluso dentro del partido por el hecho de que directamente ha cobrado casi el mismo tiempo sin trabajar que trabajando. Noelia Vera además se sumó a esa dinámica marcada por Pablo Iglesias e Irene Montero de comprarse chalet especialmente grandes. Sea como sea, la buena noticia para Vera es que calculó perfectamente el coste de la hipoteca, el tiempo que la estaría pagando y cómo la subvención le cubriría la mayor parte de los gastos.

La indemnización de Noelia Vera es común a todos los secretarios de Estado. El problema es que esta figura estaba limitada a los pocos ministerios que había y se crearon nuevos puestos en el que ya es conocido como el Gobierno más grande (en el sentido literal de la palabra) de la historia de España. Que pidiera la indemnización no gustó en Unidas Podemos porque sabían que las críticas llegarían en cuestión de días. Llegaron, pero Noelia ya se había aislado en su chalet y no quería saber nada de la política. Fuentes de Unidas Podemos insisten en que la secretaria de Estado llevaba muy mal el estrés del cargo, así como las críticas de los medios de comunicación además de que la relación con Irene Montero estaba algo erosionada. Quienes conocen a la ministra saben que tiene un carácter complicado. Pero Noelia Vera encontró su rinconcito de paz con una pista de tenis en el jardín y con una piscina.