Euforia en el PSOE: el bono térmico hunde a Mónica García y Rita Maestre ya lo hace sola

Por primera vez en meses, el PSOE de Madrid ha visto la luz. Las últimas encuestas que ya recogen los escándalos del bono térmico y el chalet de Mónica García, el principal buque insignia de Más Madrid, han dado un giro de 180 grados a las tendencias electorales. La candidata para la Comunidad de Madrid se hunde tras el ridículo del bono térmico, ese por el cual pidió la dimisión de un popular por cobrarlo para enterarse horas después de que ella también lo cobraba. Y Rita Maestre acompaña a Mónica García (con la diferencia que ella se ha hundido sola por su forma de hacer campaña y su forma de llevar el partido). Los grandes beneficiados de esto son el candidato del PSOE en la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, y la candidata del Partido Socialista al Ayuntamiento de la capital, María Reyes Maroto, quienes por fin contemplan la posibilidad de recuperar el liderazgo de la oposición. Lo de gobernar ya es otra historia diferente. 

Mónica García no levanta cabeza. El escándalo y el bochorno del bono térmico le pasa factura semanas después. No consigue desprenderse de él, por no hablar de que, tal y como ha publicado El Debate, Mónica García sigue cobrando el bono térmico pese a haber dicho que estudiaría la forma de devolverlo. El espantoso ridículo de la candidata de Más Madrid a la Comunidad de Madrid le ha salido tan caro que por primera vez se habla de la posibilidad de que el PSOE recupere ese liderazgo de la oposición. Juan Lobato y María Reyes Maroto podrían conseguir lo que hasta hace meses parecía improbable: recuperar cierta dignidad en el PSOE y conseguir una prórroga de cuatro años para trabajar en su perfil político.

Mónica García ha arrastrado a Rita Maestre, aunque la concejala ha hecho su propio trabajo para dinamitar el legado de Manuela Carmena y para hundir las siglas que arrebataron al PP uno de sus feudos municipales. La exministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto, también ha salido beneficiada (aunque sea de rebote) de la chapuza de Mónica García. La candidata no solo hizo el ridículo por exigir una dimisión a alguien por cobrar un bono térmico que ella también cobraba, sino que dejó claro que su pretensión es no pisar un hospital nunca más cuando se negó a dejar su cargo explicando que «ya había pedido perdón». El bochorno por fin se refleja en las urnas y los grandes beneficiados son los candidatos socialistas.

No hay que engañarse. Fuentes del PSOE insisten en que el partido que juegan Juan Lobato y María Reyes Maroto es el de arrebatar a Más Madrid el liderazgo de la oposición: y Mónica García parece que se lo ha puesto fácil, tal y como se puede comprobar en los últimos sondeos y en las encuestas internas que manejan en el partido. Lobato ha conseguido recuperar algo de aliento ante una Mónica García que se había convertido en el buque insignia de su partido. Y María Reyes Maroto ha conseguido recuperar fuella ante una Rita Maestre que muchos entienden que no sabe lo que es trabajar. Ahora mismo, la euforia que se vive en el PSOE de Madrid es contenida, pero lo cierto es que por fin ven algo de luz al final del túnel.

Mónica García, entretanto, cree que la memoria a corto plazo y a medio plazo de los madrileños es escasa y considera que le perdonarán su hacer con el bono térmico y su patinazo con el consejero de Presidencia Enrique Ossorio, a quien exigió su dimisión por beneficiarse de la misma ayuda de la que ella a día de hoy disfruta por ser familia numerosa. Pese a los nulos intentos de Mónica García de desprenderse de este ridículo que pesa sobre su perfil político (dijo que esa ayuda la cobraba por el mero hecho de ser familia numerosa, pero es fundamental pedirla de forma activa para que la concedan), lo cierto es que no parece que las cosas le vayan a ir mejor de cara a la campaña electoral. Ya en el debate, los gurús de otros partidos aseguran que hay que sacar a relucir algo que está haciendo mella en Más Madrid. Rita Maestre con dejarla sola, basta.