El Consejo de Ministros de este pasado martes ha aprobado otros 3.929 millones de euros para invertir en siete nuevos programas de armamento. Entre ellos el sustituto del legendario vehículo oruga acorazado de infantería TOA del Ejército de Tierra. Pero sobre todo destaca la compra de ocho helicópteros MH-60R fabricados por la empresa norteamericana Lockheed Martin para la Armada. El helicóptero en cuestión es nada menos que la versión más avanzada del mejor helicóptero de lucha antisubmarina del mundo. Esta compra, reclamada por la Armada desde hace años para equipar a las fragatas F-100 y a las futuras F-110, que se construyen actualmente en El Ferrol, estaba disputada por el gigante aeronáutico europeo Airbus, que deseaba colocar en nuestras fragatas la versión navalizada de sus NH-90. Al final se ha impuesto el criterio profesional de los almirantes sobre los intereses industriales que representa Airbus.
La principal ventaja del helicóptero norteamericano es que, al igual que los SH-60B a los que viene a sustituir, es capaz de operar como una extensión de la fragata en la que está basado. Esto significa que los sensores del helicóptero captan la información y esta se transmite inmediatamente al Centro de Información de Combate (CIC) de la fragata. Allí los marinos analizan esta información y deciden las acciones a tomar desde el helicóptero o desde la propia fragata. Esta capacidad aún no está disponible en el helicóptero europeo de Airbus y por esta razón la Armada española ha peleado durante estos años para incorporar a los Romeo a la flota.
El contrato autorizado el pasado martes incluye también la compra de 32 misiles AGM-114R Hellfire, dos misiles Hellfire II CATM (su versión de entrenamiento) y un centenar de cohetes guiados por láser Apkws. Un armamento de última generación con gran capacidad de ataque a objetivos terrestres o a embarcaciones menores.
La Agencia de Cooperación en Seguridad y Defensa (DCSA) de Estados Unidos autorizó la posible venta en marzo de 2022 de los ocho helicópteros MH60-R Romeo para la Armada española, más equipos asociados y armamento, por un importe estimado de unos 865 millones de euros -950 millones de dólares al cambio-.
La adquisición del MH-60R es una de las prioridades en el apartado de material de la Armada española desde hace algún tiempo. Estos helicópteros, en palabras de la propia Armada española, proporcionarían “una solución sólida, probada y fiable, que unida a la próxima entrada en servicio de las fragatas F-110 en el año 2027, garantizaría la capacidad de guerra antisubmarina de la Armada en el corto-medio plazo”. El Romeo vendría a sustituir a los doce helicópteros SH-60B de la Décima Escuadrilla de Aeronaves.
La propuesta de contrato incluye además de los mencionados ocho helicópteros antisubmarinos MH-60R Romeo, 20 motores T700-GE-401C -16 instalados y cuatro de repuesto. También contempla cuatro sonares aerotransportables de baja frecuencia (ALFS), sonoboyas AN/SSQ, terminales de radio SRQ-4 Hawlink, transpondedores de identificación amigo/enemigo AN/APX-123, sistema de transmisión de la información Link 16, lanzamisiles y lanzadores digitales de cohetes, y otros componentes como ojivas de alto explosivo para cohetes y distintos tipos de motores cohete.
Los helicópteros además estarán equipados con sistemas de alerta de misiles, contramedidas electrónicas, sistema de transferencia de datos, sistema de planificación de munición o sistemas de posicionamiento GPS y de navegación inercial, entre otros equipos. El contratista encargado de suministrar finalmente los helicópteros a la Armada será Lockheed Martin Rotary and Mission Systems.
La DSCA destacaba en su nota de 2022 que “la venta propuesta mejorará la capacidad de España para hacer frente a las amenazas actuales y futuras. El helicóptero multimisión MH-60R proporcionará la capacidad de efectuar misiones de guerra antisuperficie y antisubmarina, así como operaciones secundarias de reabastecimiento vertical, búsqueda y rescate, y relé de comunicaciones y reforzará la capacidad de la Armada española para apoyar a la OTAN y seguir siendo interoperable con los EE.UU. y la alianza de la OTAN”.
La Armada española era el único usuario de la versión B
La Armada española opera 12 helicópteros SH-60B en la Décima Escuadrilla de Aeronaves. Los seis primeros llegaron en 1988 , cinco años antes de que la primera aeronave de este tipo entrará en servicio en la Navy estadounidense. En 2002 se recibieron la otra media docena de helicópteros del mismo modelo.
La sustitución es necesaria básicamente porque los equipos que llevan dentro los SH-60B ya están desfasados. “A pesar de que la célula de vuelo de estos helicópteros dispone de vida remanente, sus equipos se están quedando obsoletos progresivamente, lo que los hace más difíciles de mantener o reparar, circunstancia que reduce enormemente la operatividad de las aeronaves”, comenta la Armada. Este problema se ha visto agravado desde 2015, año en el que la Marina estadounidense dio de baja su último SH-60B y completó su transición hacia el MH-60R, un modelo tecnológicamente más avanzado y capaz. Desde entonces, además, la Armada es la única marina del mundo usuaria de la versión B.
Lo más probable es que estos 12 SH-60B sean desprovistos de sus equipos electrónicos y se destinen al transporte logístico a bordo de los buques de la Armada y al desembarco de infantes de marina desde el Juan CarlosI, el Galicia y el Castilla, junto con los otros SH-60F que ya se dedican a estas dos misiones tan necesarias en una marina de proyección estratégica como es la nuestra.