El fanatismo de Pedro Sánchez por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, solo le está sirviendo a España para que el mandatario norteamericano se aproveche de la situación, para lograr que el Presidente admita a migrantes latinoamericanos de los que están en la ruta centroamericana con la intención de alcanzar el sueño americano.
Las autoridades norteamericanas han anunciado que con el vencimiento del Título 42, que vence el próximo 11 de mayo, analizarán los casos de los migrantes que estén en los centros de tramitación y a partir de allí decidirán si los dejan entrar en Estados Unidos o si los envían a Canadá o a España. Estos centros estarán instalados en Colombia y Guatemala, dos países que durante os últimos años están sirviendo de puente para el tránsito de caravanas de migrantes, sobre todo de Venezuela.
Biden se estaría aprovechando de la ilusión que le produce a Sánchez el hecho de que la diplomacia internacional crea que forma parte de su círculo de mandatarios afines, pues ya durante la cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid en junio de 2022, el mandatario norteamericano aprovecho el éxtasis del presidente español para «sugerirle» que admitiera en el país la llegada de 500 migrantes hondureños, que posteriormente fue concretado con el acuerdo entre los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países.
En esta oportunidad, Estados Unidos busca aliviar la crisis migratoria que enfrenta en su frontera sur, con México, donde durante los últimos dos años ha habido un incremento significativo en la llegada de migrantes latinoamericanos, provenientes en su mayoría de Venezuela y Haití. De acuerdo con lo que explicaron las autoridades de Estados Unidos, estos centros estarán gestionados por organizaciones internacionales que se encargarán de hacer evaluaciones a los migrantes que vayan de paso por esos países y todos aquellos que sean calificados como elegibles, serán entonces remitidos a un reasentamiento de migrantes y de allí serán entonces dirigidos al país que las organizaciones decidan.
El presidente de Estados Unidos está intentando aliviar la presión migratoria que tantos dolores de cabeza le ha dado durante los últimos años y ha visto en España una alternativa, debido a las ansias de Pedro Sánchez por figurar y ganarse la simpatía del mandatario norteamericano, pues no en vano, en las dos oportunidades en las que han logrado verse el resultado ha sido siempre que España reciba migrantes.
En el caso de los migrantes hondureños que fueron admitidos en 2022, las autoridades españolas decidieron darle cabida a campesinos que venían a trabajar en las jornadas de cosechas de frutos rojos en el sur del país, pero en aquella oportunidad el ministro de Asuntos Exteriores del país centroamericano dejó caer que esperaban que España recibiera, en un futuro, también a profesionales y no solo a campesinos.
El detalle es que ahora, con esta crisis migratoria que padece Estados Unidos, la mayoría de las personas que están llegando a ese territorio forman parte de los más de 7.1 millones de venezolanos que han tenido que abandonar su país, debido a la crisis política y económica producida por la dictadura de Nicolás Maduro. De acuerdo con las cifras de organizaciones como Acnur, en Estados Unidos habría por lo menos un millón de venezolanos, mientras que la cifra en España es de más de 400 mil ciudadanos de ese país suramericano.
Sabiendo las ansias de Pedro Sánchez de congraciarse con la administración de Joe Biden, las autoridades norteamericanas dijeron que tanto España como Canadá había estado de acuerdo con la decisión de ayudar a aligerar la crisis migratoria, admitiendo a los migrantes que sean interceptados en estos campamentos y que tras la evaluación que harán los representantes de las organizaciones internacionales, encargados de trabajar con temas migratorios, decidirán quién irá a estados Unidos, quién a Canadá y quién a España, pero de momento no se ha explicado cuáles serán los criterios para la escogencia de los que sean considerados aptos, ni los aspectos que privarán para decidir a qué país serán enviados.