Este último fin de semana no fue bueno para el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Y es que el líder socialista, que sigue en su línea de «hacer lobby» internacional para conseguir un cargo en alguna entidad supranacional cuando acabe su carrera política en el país, tuvo un traspiés tras una intervención en las redes sociales de la Internacional Socialista, entidad que el mismo preside.
En esta intervención, que se produjo el pasado sábado, Sánchez mando desde las redes sociales de la Internacional Socialista un video en apoyo a los manifestantes contra la reforma judicial que impulsa el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Dicho video fue emitido ante los más de 200.000 manifestantes israelíes que se manifestaban el sábado contra este motivo.
En este vídeo Sánchez señalaba que desde la Internacional Socialista animan a luchar por la democracia y la justicia para todas las personas del mundo, excepto para los saharauis y los silencios con el Reino Marruecos a juzgar por los últimos movimientos de Sánchez, y mostraban su apoyo a los israelíes para seguir su lucha contra el actual gobierno de ese país y la citada reforma judicial que este quiere realizar.
La respuesta e indignación del gobierno hebreo no se hizo esperar y este pasado domingo el ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, contestó duramente el mensaje del mandatario español haciendo especial énfasis en que «ninguna entidad extranjera decidirá por el pueblo de Israel».
Además, para cerrar la respuesta del Gobierno de Israel al presidente español, Cohen afirmó que el ejecutivo hebreo se mantendrá firme ante cualquier presión internacional ante esta situación. Cohen también advirtió que los que secundan estas manifestaciones «no tienen líneas rojas e incluso están dispuestos a comprometer el estatus internacional de Israel», en clara referencia a las personas que facilitaron la emisión del video de Sánchez.
Para quitar hierro al asunto, Cohen evitó señalar directamente al presidente español y comentó que «estoy seguro de que Sánchez no tenía esa intención. Como alguien que apoya la reforma, no tengo dudas de que fortalecerá la democracia y equilibrará la gobernabilidad de mi país».
Algunos analistas internacionales han visto raro este movimiento de Sánchez que siempre intenta estar al lado de Estados Unidos, principal valedor de Israel. Aunque en las últimas horas Biden también manifestó cierto pesar por esta reforma judicial de Netanyahu.
Además, para redondear los vaivenes internacionales de Sánchez la intervención se produjo después de que Cohen se reuniera el jueves pasado en Madrid con el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, y con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, en lo que parecían unas buenas relaciones de los dirigentes socialistas con las autoridades israelíes y que ahora no se saben como quedan.