España participa con sus cazas F-18 en las maniobras internacionales en Grecia

En los años 90 del pasado siglo, a la vista del magnífico resultado que estaban dando los 72 F-18 comprados a Estados Unidos unos años antes, el Ejército del Aire decidió adquirir algunos más. Se optó por un lote de 20 F-18 excedentes de la US Navy. Pese a ser de segunda mano les quedaba aún un buen remanente de horas de vuelo. Además, se les sustituyeron sus motores originales por otros nuevos de fábrica. Su primer destino fue la desaparecida Ala 21 de la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla). Unos años después fueron destinados a Gando, desde donde llevan protegiendo los cielos de las islas Canarias más de veinte años.

Hoy, al final de su vida operativa y a punto de ser sustituidos por un nuevo lote de Eurofighters ensamblados por Airbus en su factoría de Getafe (Madrid), se podría pensar que apenas están en condiciones de volar y que no serían rival para cualquier caza más o menos moderno.

Pues nada más lejos de la realidad. Como están demostrando estos días en Grecia los aviadores que forman el Ala 46, a un magnífico avión como el F-18 se le puede sacar un enorme partido hasta el último día de su vida útil. Todo es cuestión de un magnífico trabajo de mantenimiento, desarrollado por los ingenieros y mecánicos del Ala 46 en su base de Gando (Gran Canaria) y por el personal de la Maestranza Aérea de Albacete, en donde se realizan las revisiones más profundas a estos magníficos aviones de combate, y de un pilotaje que extraiga el máximo rendimiento de este veterano caza.

El Ala 46 desplegó el pasado mes de abril a la base aérea de Andravida, en la península del Peloponeso, para participar en el ejercicio internacional Iniochos 23. El miércoles 5 de mayo regresan a Canarias con la satisfacción del deber cumplido. Solo el despliegue a miles de kilómetros de su base ya es en sí mismo un enorme reto logístico para cualquier unidad de fuerzas aéreas. El mantener la capacidad de operar desde una base de despliegue tan alejada solo está al alcance de unas pocas aviaciones militares.

La participación del Ala 46 responde a la invitación del Centro de Tácticas Aéreas de la fuerza aérea griega para asistir a la edición de 2023 de este ejercicio, en el cual han participado también las fuerzas aéreas de Estados Unidos, Francia, Italia, India, Arabia Saudí, Jordania, Chipre, Eslovenia y Grecia.

Especialmente interesante ha sido la participación de los cazas de fabricación rusa Sukoi de la fuerza aérea de La India. La posibilidad de simular un combate aéreo con un caza ruso no se presenta muy a menudo y es una oportunidad excelente para aprender tácticas, técnicas y procedimientos para estar preparados si se diera el caso de un combate real.

El ejercicio Iniochos 23 se presenta por tanto como una gran oportunidad para mejorar el adiestramiento avanzado de nuestros pilotos en un contexto combinado y conjunto. Tanto la fuerza aérea griega como otras fuerzas aéreas aliadas despliegan fuerzas, medios y capacidades (cazas, bombarderos, medios de recuperación de personal, supresión de defensas aéreas enemigas, mando y control, inteligencia, vigilancia y reconocimiento) en esta base aérea de Andravida para adiestrarse y operar de manera integrada, junto con otros medios terrestres, marítimos y de operaciones especiales.

La Escuela de Tácticas de Caza griega planea, ejecuta y gestiona el ejercicio Iniochos, para mejorar la preparación, capacidades y supervivencia de las unidades participantes a través de un programa de adiestramiento realista en un entorno combinado de amenazas aéreas, terrestres, navales y electrónicas.

Los primeros vuelos comenzaron el 24 de abril y se han prolongado durante dos semanas. El repliegue de todos los componentes del Ejército del Aire y del Espacio se ha completado el 5 de mayo. La participación española ha estado compuesta por cinco cazas F18-A con sus pilotos, personal de mantenimiento y apoyo del Ala 46. El Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) proporciona el personal de seguridad necesario para operar en una base de despliegue temporal, como ha sido en esta ocasión la de Andravida. En total han sido 66 aviadores los que han desplegado en Grecia para este ejercicio a bordo de aviones Airbus A-400M del Ala 31, como los utilizados en las evacuaciones de Kabul o la más reciente de Sudan.

La extensa zona en donde se ha desarrollado el ejercicio y los medios aéreos, terrestres y navales participantes han permitido el adiestramiento avanzado aire-aire y aire-suelo, tanto diurno como nocturno, de los pilotos del Ala 46 en un escenario con la presencia de amenazas simuladas aire-aire y superficie-aire actuales y muy distintas a las que disponen las fuerzas armadas españolas.

Los resultados no han podido ser mejores, puesto que se ha puesto de manifiesto que nuestros cazas, que defienden el espacio aéreo de las islas Canarias, son capaces aún, de enfrentarse con éxito a aviones mucho más modernos. El mérito, como siempre, para los pilotos, mecánicos y armeros que saben extraer el 200% a unos excelentes, aunque muy veteranos, aviones de combate.