Navantia, la empresa pública española dedicada a la construcción de buques militares y civiles, se encuentra en un proceso de expansión gracias a los nuevos proyectos de construcción que le fueron encargados en el 2022. La industria naval española, más allá de sus actuales instalaciones, necesita expandir su extensión en San Fernando (Cádiz) y prevé invertir hasta 170.000 euros en el alquiler de nuevas naves para la elaboración de nuevos buques, como los encargados por Arabia Saudí.
Este crecimiento es consecuencia de que el Gobierno de Pedro Sánchez ha hecho grandes esfuerzos por destacar «el carácter estratégico del sector naval» español y en potenciar su labor en un contexto internacional de guerra e incertidumbre. Los gobiernos están reforzando su material militar y naval y España es un eslabón fundamental en este proceso. Por eso, Navantia tiene actualmente encargos tan relevantes como son los cinco buques de combate multi misión para el Gobierno de Arabia Saudí, un patrullero de altura para Marruecos o tres buques logísticos para la Flota Auxiliar de la Royal Navy británica.
Para hacer frente a estos encargos internacionales, la empresa pública va a necesitar ampliar sus naves. Es por eso por lo que pretende contratar un nuevo espacio en San Fernando por 24 meses para albergar un nuevo taller y un almacén en la parte superior con un gasto de hasta 170.000 euros. Será un alquiler con opción a compra que pretende formar parte de los espacios que ya tiene Navantia en toda la bahía de Cádiz y que va en la línea de los objetivos de expansión de la empresa y del Plan Estratégico 2023-2027 que ha estado elaborando junto al Gobierno de Pedro Sánchez.
Estos planes de crecimiento llegan en un año en el que el sector de los astilleros necesitaba un respiro en la prevalencia de la industria. La bahía de Cádiz es una zona gaditana que está sujeta económicamente a la construcción naval, en general y a Navantia, en particular. Por eso, el Gobierno y la empresa pública quisieron calmar a los astilleros informando de la creación de hasta 1.500 puestos de trabajo, de los cuales 735 serían para las instalaciones de Puerto Real, según aclaró la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero.
Los trabajadores de Navantia: en busca de unas condiciones dignas
Más allá de las buenas noticias y las esperanzas institucionales, la realidad que relatan los trabajadores de Navantia es muy diferente. Las tres plantillas de los astilleros de la Bahía de Cádiz (Puerto Real, San Fernando y Cádiz) han estado más de un año organizando manifestaciones y reclamos para desmentir las comunicaciones oficiales con las que el Gobierno pretende dar una imagen de crecimiento y superávit de la empresa pública y para pedir la negociación de un nuevo convenio colectivo que mejore sus condiciones laborales actuales.
En la última manifestación de marzo, los trabajadores reclamaron que las negociaciones sobre el Convenio Colectivo estaban paradas y que no habían recibido ninguna información clara sobre el Plan Estratégico 2023-2027 que aparece en los medios de comunicación. En su momento, denominaron que había «nulos avances» y que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, había cancelado la reunión con los trabajadores.
Otro asunto que tensa la cuerda entre los empleados y la empresa pública son los anuncios de nuevos contratos y de creación de los 1.500 nuevos puestos en todo el territorio español. Desde la zona de Cádiz aseguran que, más allá de las noticias, el contrato para la fabricación de los buques de Reino Unido se firmó en enero pero su construcción no se iniciará hasta 2025. Los sindicatos reclaman que «no existe una carga de trabajo consolidada» y que para lo que se prevé que habrá se necesitan muchos más trabajadores de los estimados.
Sin embargo, después de un año de negociaciones y de diferentes manifestaciones de los siete centros de la compañía, Navantia tomó un giró inesperado y el pasado abril comunicó a los sindicatos que, en lugar de crear un nuevo convenio, prorrogaría el que está actualmente vigente tres años más. Tras esta noticia, todos los núcleos sindicales de la empresa naval se reunirían para dar una respuesta ante una decisión para ellos «sorprendente».
Así, aunque Navantia haga inversiones en nuevas naves, tenga previstos contratos internacionales y el desarrollo tecnológico de todas las plantas navales, también tiene pendiente las condiciones de sus trabajadores, quienes han visto abandonada la negociación del nuevo convenio y no ven materializarse las promesas que la empresa y el Gobierno emiten en los medios de comunicación.