Podemos se desentiende de Dina Bousselham y su «idilio» en forma de juicio con Pablo Iglesias

La exasesora de Podemos y amiga íntima de Pablo Iglesias, Dina Bousselham, vuelve al banquillo. Vuelven los juicios, las declaraciones y todo lo que tuvo que ver con esa pieza del caso Villarejo que acabó por erosionar más la imagen de la formación morada y del exlíder de Podemos. Ahora, el juez José Manuel García Castellón cree que hay más y se investigará a Bousselham por presunto falso testimonio en todo este proceso. Sin embargo, fuentes de Podemos dejan claro que no les importa lo que ocurra con este proceso porque dan por amortizado todo lo que haya tenido que ver con Iglesias. Ese «idilio» entre Bousselham e Iglesias ya ha pasado a la historia para algunos dirigentes de Podemos, incluida Irene Montero.

Para Podemos, hay que mirar hacia adelante. Desde que Bousselham acabó en lo que debía ser el nuevo The New York Times de la formación morada, todos pensaron que no iría a más. La historia pocos la recuerdan en el partido de Iglesias. El juez sospecha que hay que investigar más en relación con lo ocurrido entre Bousselham e Iglesias y quiere averiguar si la asesora mintió en relación con el episodio del robo y difusión en prensa de su tarjeta telefónica. Lo curioso es que en Unidas Podemos no quieren ni oír hablar sobre este idilio y sobre todos los quebraderos de cabeza judiciales que afectaron al grupo morado cuando Pablo Iglesias era líder del partido. Desde el grupo morado tienen claro que no tiene que ver con ellos, pero esto ahonda más en la dificultad que tendrá Podemos en integrarse con el partido de Yolanda Díaz.

Se busca si hay simulación de delito e incluso falso testimonio. El problema es que este caso ya no es algo que en Podemos se interprete como algo propio. En la formación morada, pendientes del proceso de conversación abierta con Sumar, creen que esto no les debe afectar dado que todos los agentes implicados en este caso están fuera del grupo. Sin embargo, desde el entorno de Yolanda Díaz insisten en que es fundamental huir de todo este tipo de polémicas sentimentales y judiciales, incluida una como la de Dina Bousselham y el periódico que posteriormente le montaron a la asesora de Iglesias. Sumar ve esto como historia pasada de un partido que está en vías de extinción. Pero la relación de Iglesias con Podemos sigue demasiado latente.

Dina Bousselham volverá, pero Podemos se ha desprendido completamente de ella. Sea como sea, hay dirigentes de la formación morada que se sienten completamente ligados al grupo de Iglesias y a lo que va a ocurrir a nivel judicial estos días. Pero la línea oficial de Ione Belarra será la de ignorar y ver como algo ajeno este asunto judicial que ya ven como algo anclado en el pasado.

EL CASO DINA

Este escándalo del que ahora reniegan de forma tajante en Unidas Podemos se remonta al 1 de noviembre de 2015 cuando a la exasesora de Pablo Iglesias presuntamente le roban el móvil en el Ikea de Alcorcón y ella denuncia el robo. Poco después, ya en enero de 2016, el máximo responsable del grupo Zeta (al que pertenecen medios como Interviú), Antonio Asensio, le entregó la tarjeta de memoria de un móvil a Pablo Iglesias sin saber qué había entre medias. Y es aquí donde empezó el problema.

El magistrado Manuel García Castellón está convencido de que el cofundador de Podemos, Pablo Iglesias, tuvo en su poder la tarjeta de memoria mucho antes de las copias que se encontraron en poder de Villarejo, algunas de las cuales fueron publicadas. Ok Diario sacó algunas de las capturas de Telegram de conversaciones que se encontraban en la tarjeta de memoria. Es entonces cuando Dina Bousselham denuncia por ver quién tiene su teléfono e Iglesias tiene que reconocer que lo tiene él y le entrega la tarjeta de memoria completamente destruida e inaccesible.