La Generalitat de Cataluña tira la casa por la ventana con algunas cuestiones. El catalán es una obsesión para esta comunidad autónoma. Y promoverlo mediante subvenciones públicas se ha convertido en una práctica habitual. Este 2023, el gobierno de Pere Aragonés ha lanzado un paquete de ayudas a través del conocido como Instituto Catalán de las Empresas Culturales con las que pretenden subvencionar cualquier cosa que tenga que ver con la cultura catalana y sobretodo cualquier empresa, grupo de música o evento cultural que integre el catalán. El dinero público llega. Y cada vez con más cifras para todo aquel que promueva la lengua. En el caso de hoy, la Generalitat dará dinero público incluso a los grupos musicales que canten en catalán. Concretamente, 150.000 euros irán destinados exclusivamente para ellos.
Esta subvención ha llamado la atención. Se tramita a través del Instituto Catalán de las Empresas Culturales y es régimen de concurrencia competitiva. Concretamente, lo que se busca es promover todos los proyectos discográficos cuyas letras sean exclusivamente en catalán. Si cantas en español, no es el lugar donde buscar ayuda para promocionar tu proyecto y darlo a conocer. Independientemente de que la posibilidad de darse a conocer haya cambiado y no dependa tanto de las discográficas o del impulso económico con la aparición de redes sociales como TikTok, lo cierto es que esta ayuda ha llamado la atención no solo porque promueva la música en catalán con dinero público, sino que el Instituto Catalán de las Empresas Culturales ha dividido una buena cantidad de dinero público para este mismo objetivo.
Para promover los proyectos discográficos en catalán se han destinado 150.000 euros. Pero hay más dinero que gestionan con fines culturales. Concretamente, se ha destinado 1,9 millones de euros a través también del Instituto Catalán de las Empresas Culturales para promover la música en vivo, una subvención que acompaña directamente a esta que busca promocionar el catalán. Pero no es la única ayuda que recae para promocionar la lengua en un contexto político tenso que se ha fraguado entre críticas feroces por el uso y la imposición del catalán en colegios en los que no se respeta, según la oposición, la cuota de un 25% en castellano. La ayuda de 150.000 euros ha sido muy comentada dentro de los partidos «constitucionalistas» como el PP mientras que el PSC y otras formaciones nacionalistas lo ven con muy buenos ojos.
La lengua catalana está en el centro del discurso político en Cataluña porque la Generalitat no tiene el más mínimo problema en destinar grandes cantidades de dinero para promover la lengua de cualquier forma que sea mediante subvenciones públicas de todos los colores. La fiebre del catalán llega incluso al ámbito de la ciencia, dado que ha destinado 300.000 euros para la incorporación de la lengua catalana a los productos tecnológicos. Cualquier cosa parece suficiente para siempre y cuando tenga que ver con promocionar la lengua. En otras comunidades autónomas pasa algo similar, como en el País Vasco. Pero en Cataluña empiezan a dispararse las ayudas para este tipo de promoción cultural.
ICETA, LO MISMO CON LOS TEATROS CATALANES
El ministro de Cultura, Miquel Iceta, es de mantener un perfil bajo. Sin embargo, su gestión, que no suele salir en ningún medio de comunicación, a veces deja entrever ciertos sesgos que no sorprenden a nadie dentro del Gobierno. El ministro ha decidido lanzar una batería de subvenciones para los teatros. El problema es que ese dinero público ha caído exclusivamente en los teatros catalanes. No ha habido ni un solo auditorio a lo largo y ancho del país que haya recibido un euro público en este mes que no sea catalán. Desde el PSOE aseguran que no es la primera vez que el «nacionalismo» latente de Iceta se deja ver en su gestión, pero las subvenciones de noviembre han aclarado que el socialista quiere premiar a los teatros y auditorios de su tierra. Concretamente, quiere destinar 1,65 millones de euros para ayudar a la cultura catalana.
Desde el PSOE insisten en que Iceta se decanta más por ayudar con dinero público a los suyos que a cualquier otro. Desde luego, tiene preferencia por conceder subvenciones a asociaciones catalanas frente a otros. Es una sensación que lleva tiempo dando coletazos por la administración pública y que desde el PSOE no niegan. El problema es que contar con el PSC en el Ejecutivo es un peaje que hay que pagar y todos saben, al menos los socialistas de base, que esta formación asociada al PSOE goza de un catalanismo latente muy presente en todos sus dirigentes. Iceta es uno de los que ha conseguido crecer dentro del PSC a costa de exaltar ese catalanismo moderado que tanto rédito político le ha traído al PSOE en Cataluña. Sin eso, la izquierda no se atreve a crecer.
