Grupo Albertia y sus residencias de mayores, libres de sujeciones químicas

Una praxis habitual en las residencias de mayores en España es el uso excesivo de sujeción química.

Esto hace referencia al empleo deliberado e intencional de fármacos que inducen un estado de inactividad, sedación y apatía. El objetivo de eso es limitar o restringir su actividad mental para mantenerlos adormilados o quietos, incluso cuando realmente no lo necesitan.

Sin embargo, en el Grupo Albertia han ido en contra de estas prácticas. De hecho, recientemente han obtenido en diez de sus residencias la certificación de centros libres de sujeciones químicas, en consonancia con los criterios CHROME establecidos por la Fundación Maria Wolff. 

Grupo Albertia cuenta con residencias de mayores, libres de sujeciones químicas

La Fundación Maria Wolff es una institución dedicada a promover la investigación clínica en las demencias. Esta ha certificado a diez de las residencias de mayores del Grupo Albertia como centros libres de sujeciones químicas. Como resultado de su esfuerzo por promover la prescripción de psicofármacos de calidad en las personas mayores con demencia que hacen vida en estas residencias. Así, contribuyen a mejorar el bienestar, la autoestima y la motivación de personas vulnerables, como son los adultos mayores.

Por otro lado, Pablo Rodrigo Contreras, consejero delegado de la firma, ha manifestado su intención de continuar trabajando de la mano de la fundación y demás expertos. El motivo de esto es que, para los próximos años, el resto de centros del grupo se encuentren aplicando la misma filosofía y consigan la certificación.

Un programa estratégico usado para la eliminación de sujeciones

Las certificaciones obtenidas son el resultado de un programa que inició hace ocho años, con el claro objetivo de eliminar, no solo las sujeciones químicas, sino también las físicas en los centros de Albertia. Para realizar este proceso, la empresa colaboró con la Confederación Española de Alzheimer, la Fundación Cuidados Dignos, la Fundación Matia y, por supuesto, la Fundación Maria Wolff.

Dicho programa estableció, de acuerdo a las características de cada centro, medidas alternativas adaptadas que permitieran dar mejores condiciones de vida a las personas mayores. Para cumplir este objetivo, se planificaron acciones de inversión en infraestructura y mobiliario, para el caso de las sujeciones físicas. Y, respecto a las químicas, se desarrollaron planes de formación dirigidos a todos los profesionales de atención directa y sanitaria.

En la actualidad, el Grupo Albertia se encuentra entre los 15 grupos empresariales más importantes del sector sociosanitario español. Cuenta con centros en diferentes Comunidades Autónomas; entre estas Madrid, Castilla y León, Aragón, Galicia y Castilla La Mancha. Estos se presentan como una excelente alternativa para el cuidado de ancianos, con garantías de que serán atendidos con el máximo respeto.

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