AMP.- Aumentan un 10% las donaciones de los fieles en las colectas de la Iglesia hasta los 343 millones de euros en 2021

Las aportaciones de los fieles a la Iglesia católica a través de colectas en las parroquias y suscripciones periódicas se incrementaron de 310,8 millones en 2020, el primer año de la pandemia, a 343,1 en 2021, lo que supone una subida de un 10,4%, según se desprende de la Memoria anual de actividades de la Iglesia católica en España 2021, publicada este miércoles.

Según el documento, presentado en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), las aportaciones de los fieles supusieron en 2021 el 30% del total de los fondos recaudados por la Iglesia católica española, el mismo porcentaje que el año anterior. Por detrás se sitúan los recursos obtenidos a través del IRPF (256 millones de euros en 2021, el 22% del total) y los ingresos de patrimonio y otras actividades (109,2 millones de euros, el 10% del total).

Respecto al destino de estos fondos, de los datos se desprende que la mayor parte de los recursos se destinaron en 2021 a conservación de edificios y gastos de funcionamiento (el 27%, un total de 309,8 millones de un millón). El 20% (233,7 millones de euros) se destinó a retribución del personal seglar; el 19% (22,4 millones de euros) a acciones pastorales y asistenciales, y un 18%, a la retribución del clero, con un total de 204,6 millones de euros.

Además, el informe pone de relieve que, durante el año 2021, casi 4 millones de personas (3,93 millones) fueron acompañadas y atendidas en alguno de los 8.864 centros sociales y asistenciales de la Iglesia católica en España y, en concreto, más de 2 millones de personas acudieron a alguno de los más de 6.300 centros de la Iglesia para mitigar la pobreza.

En cuanto al destino de la liquidación de la asignación tributaria, la Memoria recoge que 229 millones de euros se enviaron a las diócesis para su sostenimiento y entre otros gastos, figuran también 23,6 millones para la seguridad social del clero, 6,5 millones de aportación extraordinaria a cáritas diocesanas, 2,7 millones al funcionamiento de la CEE o 2,3 millones a los salarios de los obispos.

Igualmente, aparece una aportación de 6 millones a Trece TV, aunque desde la CEE han precisado que 2021 fue el último año que la cadena recibió fondos por esta vía ya que posteriormente se ha englobado en Ábside junto al resto de medios de la Iglesia.

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Francisco César García Magán, ha explicado que esta memoria es «una pequeña fotografía» de la «contribución de la Iglesia al bien común de la sociedad» y su labor con «esas periferias sociales de las que habla el Papa Francisco y esos descartes de la sociedad, esos cuartos mundos que están insertos en las sociedades desarrolladas».

Asimismo, ha destacado que este documento pone en valor el trabajo de todas las personas que trabajan y colaboran en la Iglesia porque, según ha precisado, «una parroquia no es el edificio» y «la diócesis no la constituye la catedral ni la curia arzobispal» sino «el pastor y la comunidad de cristianos, esas columnas vivas de la Iglesia».

Además, la directora de la Oficina de Transparencia de la CEE, Ester Martín, ha indicado que no quiere «imaginar el escenario social» en el que la Iglesia no recibiera esos fondos que le permiten ayudar a 4 millones de personas. «No me quiero imaginar ese escenario social, pero llegaran o no llegaran esos recursos, va en la esencia de la Iglesia dar una respuesta y tendría que reinventarse», ha apuntado.

En esta reflexión ha coincidido García Magán que, en todo caso, ha puntualizado que esta labor social que hace la Iglesia «no exime a las instituciones públicas, estatal, autonómica y municipal» de «asistir a los ciudadanos que peor lo están pasando«. «Es su obligación», ha remarcado.

Entre otros datos, la Memoria recoge que en España hay 116 obispos y 16.126 sacerdotes que dedican 28 millones de horas en su labor en las parroquias. Además, la Memoria revela que 8,3 millones de personas acuden regularmente a misa, que el 67,2% de la población española se considera católica y que cada año se celebran 9,5 millones de misas.

Además, hay 725 monasterios, 8.326 monjes y monjas de clausura, 35.507 religiosos y religiosas. A estas cifras se suman la de los 87.923 catequistas, 36.911 profesores de religión, los 10.382 misioneros y los 408.722 laicos asociados.

Atendiendo a la actividad educativa, el informe muestra que la Iglesia católica española cuenta con 2.548 centros de enseñanza en los que estudian más de 1,5 millones de alumnos y en los que trabajan 134.370 empleados y 108.698 docentes. Según los cálculos de la CEE, la Iglesia ahorra al Estado 4.356 millones de euros a través de esta actividad educativa.

Respecto a la actividad cultural, la Memoria señala que la Iglesia tiene 3.161 bienes inmuebles de interés cultural y destaca que se han destinado 561 millones de euros en los últimos 9 años a la construcción, conservación y rehabilitación de este patrimonio. En concreto, en 2021, las diócesis destinaron para este fin un total de 49,5 millones.

Por otro lado, el informe revela un incremento en los sacramentos, tanto en las bodas como en los bautizos, confirmaciones y primeras comuniones, algo que los obispos achacan a que en el primer año de pandemia muchas de estas celebraciones no pudieron tener lugar debido a las restricciones sanitarias por el Covid.

En concreto, en 2021 se celebraron 149.711 bautizos, frente a los 100.222 de 2020; 182.760 primeras comuniones frente a las 161.950 del año anterior, y 25.762 matrimonios canónicos, el doble que en el primer año de la pandemia, cuando se contabilizaron 12.679.

Pese a estos «picos» registrados en 2021, tras la pandemia, García Magán ha apuntando que en general la tendencia de la praxis de sacramentos va en «descenso» y lo ha atribuido a una «crisis de vinculación».

«Es cierto que hay una crisis general en la sociedad, una crisis de vinculación, una desvinculación no solo respecto a la Iglesia católica sino a otros valores, como desvinculación del propio cuerpo, la desvinculación de instituciones«, ha apuntado el secretario general de la CEE.

En concreto, sobre el descenso de matrimonios canónicos, el obispo ha precisado que también ha caído el número de matrimonios civiles y lo ha achacado a una especie de «privatización, entre comillas» del matrimonio «como un asunto privado entre una pareja». Atendiendo al descenso de los bautizos, lo ha atribuido a «la generación de padres que nacieron después de mayo del 68».

También ha relacionado estas tendencias a la baja con un «proceso de secularización» en la sociedad española, pues no viven en una «cápsula» y lo que ocurre en la sociedad afecta a la Iglesia. No obstante, también ha puesto de manifiesto que han observado algunos «brotes verdes en las ciudades, sobre todo de jóvenes» que abrazan el catolicismo.