El pasado 14 de mayo, el Futbol Club Barcelona se declaró como el ganador de la liga de 2023 tras la victoria en el derbi contra el RCD Espanyol en el campo de los perdedores, en Cornellà de Llobregat. A pesar del supuesto acuerdo con los mossos d’esquadra, los jugadores del Futbol Club Barcelona decidieron celebrar la victoria en campo ajeno y eso supuso una oleada de altercados que, según fuentes policiales, ha llevado a la investigación de los ultras del Futbol Club Barcelona, los conocidos como Boixos Nois, por supuestamente fichar y amenazar a los ultras del Espanyol.
El final del derbi que se jugó el domingo en el RCDE Stadium, supuso no solo la victoria de un equipo catalán sobre el otro, sino también que el Futbol Club Barcelona se proclamara como el ganador de LaLiga 2023. Ambos equipos contaban con esta posibilidad, ya que ganar el partido suponía que «se le cantara el alirón» al Barça, pero fuera del Camp Nou. Por eso, el equipo de Joan Laporta había acordado con los Mossos d’esquadra que si esto ocurría, los jugadores no celebrarían la victoria por estar en el campo de un histórico rival.
Sin embargo, los jugadores del Barça no respetaron el acuerdo que habían pactado. Dejaron que la emoción de la victoria decidiera por ellos y se lanzaron al campo del Espanyol a celebrar que el Real Madrid no podría alcanzar su puntuación y que habían conseguido la victoria de LaLiga un año más. Este hecho no gustó entre los aficionados del equipo rival y los ultras blanquiazules se lanzaron a su campo para evitar una celebración ante la que no estaban de acuerdo. Algunos encapuchados, otros con sillas y otros lanzando vallas fueron invadiendo el césped mientras que la seguridad del campo y las cuerpos de los Mossos evitaban que avanzaran hacia el túnel donde resguardaron a los jugadores.
Durante este ataque de los pericos, los Boixos Nois, el colectivo ultra del Barça, no hizo ninguna intervención. Esperaron en sus asientos mientras parte de los blanquiazules iban también a atacar a la directiva del Futbol Club Barcelona por la decisión de celebrar este evento en campo contrario. Sin embargo, el contrataque de la afición de los vencedores llegó fuera del RCDE Stadium.
Según fuentes policiales, los Boixos Nois han hecho «un marcaje» de la afición del Espanyol y les han amenazado por haber intentado atacar a su equipo mientras celebraban su victoria. Según la Policía, los ultras del Barça han identificado a los radicales del Espanyol no solo por la vestimenta, sino también por lo tatuajes que llevaban algunos de ellos. Uno de los afectados por estas presuntas «amenazas de muerte», según las mismas fuentes oficiales, es el que aparece en la siguiente foto, la cual ha circulado por redes y medios de comunicación.
Los ultras: su persistencia en los estadios, a pesar de las advertencias de las autoridades
Este conflicto entre aficiones no es el primero que ocurre como consecuencia de los resultados futbolísticos. Aunque el escenario y el contexto está muy distanciado a cuando en los años 80 y 90 los ultras de los equipos exhibían simbología nazi en las gradas mientras tenían el apoyo de los equipos, la violencia que se desprende del fútbol sigue estando presente en los campos. En este sentido, la Comisión Nacional Contra la Violencia en los Espectáculos Deportivos fue creada en marco europeo de evitar la violencia en los estadios.
Está comisión incluyó en 2019 en sus listas de grupos violentos a los Ultras Sur, aficionados del Real Madrid, así como a varios grupos radicales del FC Barcelona. En concreto, los ‘Boixos Nois’, los ‘Cachorros FCB’ y los ‘Casuals FCB’. Este anuncio supone que este tipo de grupos, según la institución, «incumplen la Ley contra la Violencia en el Deporte de 2007″ y por tanto, los clubes deben tomar medidas y les prohíben facilitarles material y el acceso a los estadios.
En este sentido, más allá de haber habido un descenso de los altercados violentos relacionados con estas aficiones radicales, el periódico EPE publicó un informe sobre los movimientos ultras en España en el que afirmaban que, tras la pandemia, ha habido un aumento de enfrentamientos violentos. En concreto, destacan que en la temporada 2021-2022 se registraron un total de 1579, casi 400 más que en la temporada 2018-2019, cuando aún se celebraban los partidos a puerta abierta.
Por eso, este altercado entre los Boixos Nois y los ultras de Espanyol es un incidente que, aunque no haya ocurrido dentro del estadio, si llama la atención de las fuerzas de seguridad estatales y les lleva a investigar unos hechos que, según las mismas fuentes, destacan como «increíbles».