El sexo está presente en la vida de todos, aunque sea de forma mental, mediante fantasías o deseos profundos de sentir deseo. Aquellos que practican relaciones íntimas de forma recurrente lo hacen buscando el placer, o sea, el orgasmo.
Aunque de manera convencional es posible conseguir experiencias satisfactorias en la cama, existe una técnica sencilla y divertida para lograr un placer más intenso al terminar la relación. Su nombre en edging y cada vez tiene más seguidores en todo el mundo.
5El buen sexo “depende” del orgasmo
Casi siempre que se habla de buen sexo se asocia con un orgasmo fuerte o que deja un gran recuerdo. Si bien hay relaciones sexuales placenteras que no siempre terminan en orgasmo, pareciera que es la medida con la que se mide si se ha tratado de una relación satisfactoria o no. Aquellos que no llegan o tardan a menudo sienten ansiedad por no cumplir las expectativas impuestas por la salud. El edging nos reconcilia con la idea de que lo importante es disfrutar la cercanía y aguantar lo máximo posible para alargar esa sensación.
