miércoles, 14 mayo 2025

Así funcionan los asientos eyectables que salvaron la vida al piloto del F-18 de Zaragoza

Este pasado sábado, poco después de la una de la tarde, la cuenta oficial en Twitter del Ejército del Aire y del Espacio anunciaba que se había producido un accidente en la base aérea de Zaragoza. Un F-18 del Ala 15 se había estrellado, e informaba de que el piloto había conseguido eyectarse y de que el avión había caído dentro del perímetro de la base. Minutos después, por la misma fuente, nos informaban de que el piloto ya se encontraba en el hospital Miguel Servet de la capital aragonesa y de que su vida no corría peligro. La inmediatez de las redes sociales y el buen hacer de la Oficina de Comunicación del Ejército del Aire y del Espacio nos permitía saber, poco más de una hora más tarde de sucedido el accidente, todos los datos que en ese momento se podían difundir.

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Otra vida salvada por Martin Baker

Afortunadamente, el capitán pudo accionar el mecanismo de expulsión y poner a salvo su vida, una vez se aseguró de que el avión iba a caer en una zona vacía de la base y no produciría daños materiales y mucho menos personales. Otro piloto más que salva la vida gracias a los magníficos asientos eyectables Martin Baker, instalados en todos los aviones de combate de fabricación occidental. La compañía británica construye  estos asientos eyectables desde los años sesenta, y son en esencia, una carga explosiva que el piloto acciona cuando entiende que ha perdido el control del avión, y que expulsa su asiento a gran velocidad, tras atravesar la cúpula de la cabina, que previamente se ha fracturado por efecto de un cordón detonante que montan en su interior, y que funciona de manera coordinada con el asiento eyectable. Una vez fuera del avión el asiento se desprende y el piloto desciende en paracaídas hasta llegar a salvo al suelo. Las fuerzas que recibe un cuerpo humano al sufrir una aceleración tan brusca provocan inevitablemente lesiones más o menos graves en el piloto, pero desde luego siempre preferibles a perder la vida al estrellarse con el avión. 

El capitán Daniel Pérez Carmona, del Ala 15 del Ejército del Aire y del Espacio, con más de 15 años de experiencia y mil horas de vuelo en F-18, será el aviador número 7.694 que salva la vida gracias a un asiento eyectable Martin Baker y según la tradición la empresa británica le regalará una corbata que exclusivamente se entrega a quienes han salvado la vida gracias a uno de sus asientos eyectables.  

Jornada de las familias en la base aérea de Zaragoza

El piloto exhibidor del Ala 15, realizaba un entrenamiento para la exhibición prevista para el próximo 10 de junio, con motivo del día de las familias, que se celebra en la base aérea aragonesa y al que pueden acudir familiares y amigos de todo el personal que trabaja allí. Esta tradición permite estrechar los lazos entre todos los civiles y militares que día a día hacen posible el funcionamiento de una gran instalación aeronáutica como es la base aérea de Zaragoza. Aquí, además del Ala 15 equipada con los cazas F-18M, tiene su base el Ala 31, que opera todos los Airbus A-400M del Ejército del Aire y del Espacio. A día de hoy un total de 14 aeronaves, a las que se añadirán tres más a lo largo de estos próximos años. Con ellas se han realizado misiones tan exitosa como los rescates del aeropuerto de Kabul en agosto de 2021 y el de Sudan el pasado mes de abril. También tiene su base en esta instalación aragonesa de nuestra fuerza aérea el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA), compañeros habituales de las tripulaciones del Ala 31 en los despliegues que continuamente realizan por las zonas de operaciones, y el Grupo Norte de Mando y Control, desde donde se monitoriza todo el tráfico aéreo que sobrevuela la Península y Baleares en coordinación con otra unidad gemela que se ubica en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). El control de tráfico aéreo en Canarias se realiza desde el Grupo de Alerta y Control (GRUALERCON) situado en un bunker de la base aérea de Gando, en Gran Canaria.

La CITAAM

Aún es muy pronto para aventurar hipótesis sobre las causas del accidente, pero lo que si puede asegurarse es que desde el primer momento entró en funcionamiento la delegación en la base de Zaragoza de la Comisión de Investigación de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM). Esta comisión, formada por pilotos, ingenieros, médicos y otros profesionales de nuestra fuerza aérea, tras recabar todas las pruebas y realizar las investigaciones pertinentes emitirá un informe en el que se detallaran las causas del accidente. Hasta entonces todo son solo hipótesis. En cualquier caso lo verdaderamente importante es que el capitán Daniel Pérez Carmona ha salvado la vida y podrá volver a volar cuando la recuperación de sus lesiones sea completa.

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