La embajadora de Maduro en España se da vida de «celebritie» para promocionar a la dictadura

La llegada de Yván Gil a la Cancillería de Venezuela, a finales del año pasado, le ha dado una vuelco completo a la estrategia diplomática del régimen de Nicolás Maduro, con la intención de «lavar» la reputación de la dictadura para darle legitimidad, tras todos los cuestionamientos al proceso de elecciones de 2018, que derivó en el desconocimiento de su mandato por más de 60 países. En España la clave es Coromoto Godoy, la «amiga» especial del dictador venezolano que llegó para poner el tema de la «recuperación» de Venezuela en todos los escenarios posibles.

Mientras esto ocurre, la diplomática aprovecha para darse vida de celebritie para darle visibilidad en todos los escenarios al régimen de Nicolás Maduro, fotografiándose con todo el que puede y se lo permite, solo para llevar la bandera de la dictadura, obviando la realidad de un país que atraviesa una grave crisis económica, política y social que ha obligado a más de 7.2 millones de personas a huir.

Mientras la crisis en Venezuela tiene a los empleados públicos en la calle, manifestando por los bajos salarios, la inflación y la precariedad de los servicios públicos, la embajadora de Maduro, Coromoto Godoy, se monta un video en Youtube, cual Reina Isabel II, entrando al Palacio de Santa Cruz en Madrid, a bordo de un Cadillac negro, escoltada por una cuadrilla de caballos de la Casa Real, en medio de un acto protocolar para la entrega de las cartas credenciales como embajadora, a todo trapo, que dista mucho del discurso socialista que predica la dictadura madurista en Venezuela y a la que tiene sometidos a sus ciudadanos.

Si de algo puede hablar la embajadora de Maduro es de la opulencia con la que se presenta en cada uno de los actos a los que acude, siempre de punta en blanco, con piezas de vestir de diseñador, que va desde la venezolana Carolina Herrera y hasta Gucci, pasando por las casas de moda más exclusivas del mundo; todo muy alejado de lo que es la realidad de la mayoría de los venezolanos en su país.

Desde su arribo a España, la embajadora Godoy ha buscado, por todos los medios, establecer contactos con las más altas cúpulas del poder, con la intención de que se ponga sobre la mesa el levantamiento de las sanciones que la Unión Europea ha impuesto contra los funcionarios del régimen madurista y ha pretendido hacerle el lobby a Nicolás Maduro para que lo reconozcan como presidente legítimo de Venezuela, con la intención de gestionar, en un corto plazo, la visita del dictador venezolano el país.

Godoy entró con buen pie al Ministerio de Asuntos Exteriores, de la mano del propio ministro José Manuel Albares, que ya desde septiembre de 2022 le abrió las puertas a la diplomacia chavista en Europa, aceptando su llegada al país en un momento en el que todavía estaba activa la representación diplomática designada por el exdiputado Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, a través del embajador Antonio Ecarri.

Al día de hoy, tras el reconocimiento como embajadora oficial de Venezuela ante el Reino de Estaña, Godoy se pasea por todos los eventos posibles, como parte de la agenda chavista de continuar vendiendo las bondades de una revolución que según ellos ha convertido al país suramericano en una potencia, cuando la realidad es que la crisis económica, política y social de las últimas dos décadas tiene en pobreza extrema a más del 80% de la población, una cúpula militar corrupta en el poder y todas las instituciones del Estado en manos de la dictadura.

Mientras esto ocurre, la embajadora hace todo lo posible por fotografiarse con destacadas figuras del acontecer español que van desde la propia Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, líder del Partido Popular en la capital española, quien en más de una oportunidad ha fijado posición contra la dictadura de Nicolás Maduro, hasta con el Secretario General de la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos, para tratar de reactivar la actividad de Venezuela en este ámbito, que debe pasar por la ratificación del tratado que está pendiente.

Tras su presentación de las cartas credenciales ante el Rey Felipe VI la semana pasada, la embajadora apareció también el fin de semana en un acto de ingreso de Asunción Gómez Pérez como Miembro de Número de la Real Academia Española, donde no perdió la oportunidad de dejar saber que había sido invitada directamente por el director de la institución, Santiago Muñoz Machado, como para que no quede duda de los contactos que está reactivando en España.