La misión de la ONU en Líbano, Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés), se encarga de vigilar el cese de hostilidades entre Hezbollah e Israel y acompañar y asistir a las Fuerzas Armadas libanesas en el sur del país y a lo largo de la separación entre ambos países denominada Línea Azul o “Blue Line” en la jerga de la misión. España ha tenido un gran protagonismo en esta misión desde 2006. En septiembre de aquel año nuestra infantería de Marian desembarcó en las playas de El Líbano para reforzar la misión de Naciones Unidas, en plena crisis entre Hezbollah e Israel. Desde entonces miles de militares españoles han pasado por este país de Oriente Medio y quince de ellos han perdido la vida en la misión.
En la actualidad participan en UNIFIL más de 10.300 cascos azules de 46 países y 800 civiles, que despliegan al sur del río Litani y al norte de la “Blue Line”, con 55 posiciones de control a lo largo de los más de los 1.000 kilómetros cuadrados que comprenden el área de operaciones. Un general español ostenta el mando del Sector Este.
Un general español al mando
Además, España asume por segunda vez el Mando de la Fuerza y la Jefatura de toda la misión UNIFIL, en un momento especialmente delicado para la estabilidad y el futuro de ese país.
El nombramiento oficial del general Lázaro Sáenz como jefe de UNIFIL, en sustitución del general italiano Stefano del Col, se produjo a comienzos de año tras un largo proceso de negociación entre los países que aportan tropas a UNIFIL y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Tomó posesión de su cargo a finales de febrero.
El general Lázaro es un gran conocedor del Líbano y de la misión, donde ha estado desplegado en tres ocasiones y ha sido general jefe del Sector Este. Su designación al frente de UNIFIL contribuiye a plasmar el valor añadido que España puede aportar a la paz y seguridad internacionales en una zona esencial para la estabilidad regional y mundial.
Se va La Legión y llegan los paracas
La tercera y última rotación del contingente Brigada Líbano (BRILIB) XXXVIII, perteneciente a la Brigada “Rey Alfonso XIII” II de la Legión, aterrizó el pasado sábado 27 de mayo en el aeropuerto de Almería, donde fue recibida por el jefe de la División “Castillejos”, general José Manuel Vivas, unidad de la que depende la Brigada de La Legión.
A continuación el jefe del destacamento, general Melchor Marín, y los algo más de 270 miembros de la tercera rotación se trasladaron a la base “Álvarez de Sotomayor”, donde tuvo lugar un entrañable acto de bienvenida, como es tradicional en la Legión, que contó con la presencia de familiares, jefes de unidad y las diferentes comisiones de compañeros de la brigada.
La primera rotación de la BRILIB XXXVIII regresó a España el pasado 17 de mayo. Durante seis meses esta agrupación legionaria ha constituido la Brigada Multinacional del Sector Este de la UNIFIL, en el sur del país.
En total, los efectivos encuadrados en este contingente han sido más de 600, en su mayoría pertenecientes a la Brigada de la Legión. También han participado militares de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 41, la Agrupación de Sanidad nº 1, el Cuartel General de la Fuerza Terrestre, el Mando de Transmisiones, el Regimiento de Defensa NBQ «Valencia» nº 1, el Mando de Personal, la Inspección General del Ejército y personal de la Guardia Civil, en labores de policía militar.
Un nuevo relevo ya se ha incorporando a la misión en el Líbano, compuesto en su mayor parte por paracaidistas de la Brigada «Almogávares» VI, la BRIPAC. Son más de 700 paracaidistas los que toman ahora el relevo en esta misión ONU. Estará al mando el general Herrero, jefe de la BRIPAC, quien también liderará la Brigada Multinacional del Sector Este en la zona de operaciones.
Una misión de largo plazo
Desde que las Fuerzas Armadas españolas desplegaron en Líbano en septiembre de 2006 el grueso del contingente en la operación Libre Hidalgo se sitúa en la base ‘Miguel de Cervantes’, cerca de la localidad de Marjayún. Allí también está el Cuartel General del sector Este, liderado por España. También hay tropas españolas en el Cuartel General de la misión en Naqoura.
Los militares españoles realizan patrullas a pie y en vehículo, para vigilar permanentemente la línea que separación entre Líbano e Israel. También establecen observatorios y realizan otras actividades en colaboración con las Fuerzas Armadas Libanesas. Todas estas operaciones están dirigidas a garantizar el cumplimiento de la resolución 1701 de Naciones Unidas y evitar que se llegue a situaciones que puedan conducir a una escalada de tensión entre las partes.
El contingente español, que llegó a contar con un máximo de 1.100 militares, se mantiene desde 2012 entre 600 y 700 soldados españoles desplegados.
