La exdiputada de Vox Macarena Olona ya ha dado un paso al frente, pero con el pie derecho y el izquierdo. Ya lo tenía decidido desde hacía meses, pero el adelanto electoral ha obligado a la que fue candidata en Andalucía a presentar su candidatura antes de lo que esperaba. La buena noticia es que Ciudadanos se hunde y Olona cree que puede pescar votos en el centro. La mala es que tiene una empresa por delante complicada a la hora de explicar en qué consiste su partido, a quién apoyará si saca representación y qué defenderá a nivel ideológico. Fuentes de su entorno dejan claro que Olona ha seguido una estrategia centrada en mantener la popularidad a través de las redes sociales y de los medios acompañada de un proceso de «moderación» que la alejara de los postulados de Vox para rascar votos del PSOE, su gran obsesión.
Macarena Olona se esforzó en mantener el nivel de popularidad elevado. Desde su entorno aseguran que la idea era generar polémicas en las redes sociales y realizar rompedoras entrevistas en televisión para que su nombre no pasara al olvido como sí ha ocurrido con otros dirigentes políticos. El problema es que esta estrategia, acompañada de un viraje a la izquierda a nivel ideológico no ha salido especialmente bien. Ahora ha presentado su partido en el que dice estar «caminando con el pie izquierdo y con el derecho»; vamos, que es un partido de centro que busca pescar votos a los dos lados del espectro político. La novedad es que con el hundimiento de Ciudadanos, todos tienen la percepción de que será un partido liberal más.
Macarena Olona no entra en los sondeos. Al menos de momento. En un principio, hubo quien auguró que obtendría representación. Ahora mismo Olona considera que puede pescar votos a izquierda y derecha. Que tiene adeptos en Vox que incluso estarían dispuestos a irse a su partido y que en el PSOE hay una buena cantidad de votantes que estarían dispuestos a dar la papeleta a la que fue candidata en Andalucía. La única mala noticia para ella es que desde Vox aseguran que ese viraje a la izquierda, marcado completamente por el intento de conseguir financiación latinoamericana (según detallan fuentes del entorno de la dirigente política), no está muy bien visto en el que fue su antiguo partido político.
Macarena Olona espera tener acogida en los medios de comunicación. Ahora mismo su estrategia principal es la de tener una omnipresencia en todos los que le den cobertura para así intentar colocar el mensaje. Ahora no tiene la necesidad de comprar polémicas para mantener su popularidad en los primeros puestos del Trending Topic. La buena noticia es que parece que esa guerra hostil entre Macarena Olona y los principales dirigentes de Vox se ha quedado en un segundo plano porque en el partido de Santiago Abascal no creen que pueda robarles votos. Si hubiera mantenido exactamente el mismo perfil político que tenía en la antigua formación,Vox sí que recurriría a descalificar a su enemigo. Pero ahora la guerra sucia está en standby. Al menos hasta las próximas encuestas.
