Pedro Sánchez ha emprendido una huida hacia adelante, aunque algunos apuntan que ha dado el paso para precipitar al PSOE al vacío, con una convocatoria de elecciones generales para el próximo 23J.
El presidente del Ejecutivo en funciones desde el pasado martes ha cerrado la legislatura con varios récords lamentables, por más que la ministra de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez, afirme que los electores no han tenido en cuenta los logros de su gestión. No obstante, la economía española bordea con la recesión, compañera de baile ahora en Alemania, que augura una crisis más profunda de lo esperado.
Ante este panorama, la deuda pública en España está desbocada desde la llegada de Pedro Sánchez. En concreto, desde que se sentara en La Moncloa, el debe del Reino de España se ha incrementado en más de 300.000 millones de euros, hasta alcanzar los 1,5 billones de euros. De esta forma, cada español debe casi 32.000 euros, incluyendo los nacidos. Esta montaña de deuda supera en 10 puntos toda la riqueza nacional, hasta alcanzar el 110% del PIB, mientras que los Presupuestos Generales del Estado suman un total de 214.790 millones de euros.
LA DEUDA DE PEDRO SÁNCHEZ, UN PROBLEMA DE CALADO
Cabe señalar que la deuda es un problema de calado. Por un lado, las subidas de tipos de interés encarecen las emisiones, obligando al Ejecutivo a pagar un mayor interés para atraer a los inversores. Asimismo, este alza del precio del euro, que se sitúa en este momento entre el 3,75 y el 4%, ha conllevado pérdidas latentes y efectivas para los tenedores de deuda de antes de mayo de 2022.
Con todo, la deuda de España desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno se ha disparado desde el 98% al 110% del PIB, un 12,2% más. Si bien es cierto, con Rajoy la deuda pasó del 70% a ese 98% debido principalmente a los efectos del rescate y la maltrecha situación de las arcas públicas tras la gestión del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, que duplicó la deuda pública desde el 35% de José María Aznar al 70% al final del mandato del socialista.
Para este año se prevé un déficit del 3,8%, con lo que se tendrá que emitir nuevamente más deuda para poder cubrir esa diferencia entre ingresos y gastos
La deuda pública lleva desde hace más de una década sin control. Durante este ejercicio según previsiones del Ministerio de Economía, se prevé un déficit del 3,8%, con lo que se tendrá que emitir nuevamente más deuda para poder cubrir esa diferencia entre ingresos y gastos, lo que supondrá que la cifra total siga creciendo.
Se produce además en un entorno donde los tipos de interés siguen subiendo y ya se encuentran en el 3,5% cuando hace apenas un año apenas superaba el 0%, por lo que tendremos que pagar a los acreedores más por emitir nuevo papel para que puedan financiarse los gastos del Estado.
LOS SEGUROS DE IMPAGO EN ESPAÑA, DESBOCADOS
España, además, es el país con mayor riesgo de impago, según los datos de Bloomberg, tan sólo superado por Italia y Grecia, dos de las potencias que fueron gobernadas por el tecnócrata Mario Draghi, ex presidente del BCE, y por la conocida ‘troika’, los hombres de negro de Bruselas, el FMI y el Banco Central Europeo. Por el momento, la prima de riesgo se sitúa en España en los 102 puntos básicos, es decir, el país debe pagar de más ese diferencial respecto a Alemania para poder colocar las letras y los bonos en los mercados.
Por otro lado, Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y de cosas «chulísimas», tampoco ha mostrado su eficacia al frente de la Vicepresidencia Tercera. En primer lugar, el adelanto electoral ha dejado en papel mojado toda negociación y el estatuto del becario; en segundo lugar, ha posicionado a España como el país de la UE con el paro más elevado, por encima de Grecia y de toda Europa del Este. Quizá por ello tampoco se haya podido alardear de los «éxitos» durante sus cuatro años.
Díaz, además, está más pendiente de poder presentarse bajo unas siglas, Sumar, y obtener representación que mirar por los trabajadores y funcionarios. Cosas chulísimas que no es capaz de comunicar a la población.
LAS COSAS CHULÍSIMAS DE MONTERO Y DÍAZ
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por otro lado, muestra con exaltación la histórica recaudación tributaria en España. La Agencia Tributaria recauda más que nunca en este 2023. Y no, no es porque los trabajadores hayan disparado los ingresos, sino por la subida de impuestos y la tajante negativa a deflactar el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
El Gobierno ha evitado así que los trabajadores por cuenta ajena y autónomos puedan combatir la inflación a través de la carga fiscal. Comunidades como Madrid, Andalucía y Galicia, gobernadas por el PP, y la nada sospechosa Cataluña, pilotada por ERC, han implementado esta medida para evitar las subidas de tramos en este impuesto de forma artificial.
Montero se ha negado por activa y por pasiva ha realizarlo y fruto de esta férrea posición que castiga a todos los empleados se cosecharán más de 272.000 millones de euros en 2023.
Tanto Díaz como Montero han prometido el gran dorado a sus respectivos funcionarios. Sin embargo, las huelgas en algunos sectores, especialmente en la inspección de Trabajo y de la Agencia Tributaria han sido la gran amenaza para ambas. En algunos casos se prometieron más efectivos, pero no se materializaron con hechos.
