El Gobierno subvenciona con 200.000 euros las relaciones de la Casa Real con Jordania

El Rey Felipe VI no ha asistido a la boda el hijo del Rey de Jordania, pero sí se encontrará ese mismo mes en España con él. Abdulla II será el que se desplazará al territorio español, en concreto a Córdoba, para reunirse con su Majestad el Rey en un encuentro privado organizado para que puedan intercambiar opiniones sobre cuestiones relacionadas con el terrorismo en la escena internacional. Ambos reyes se reunirán a puerta cerrada en lo que han titulado como el «Foro Áqaba» los próximos 19 y 20 de junio y está financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, quien realiza un gasto de 200.000 euros para la ocasión.

El Rey de Jordania tiene una estrecha relación con la familia real española. La muestra de ello es que el Emérito Rey Juan Carlos I ha asistido este jueves a la boda del Príncipe Hussein, heredero de la corona jordana, donde se ha reencontrado con su esposa la Reina Sofia. El evento ha sido en Amán, ciudad donde los primeros reyes de la democracia española pasaron parte de su viaje de novios hace 61 años. Además, la relación del Emérito y la monarquía de Jordania se remonta a la dictadura de Francisco Franco, cuando Juan Carlos I era tratado como jefe de Estado por parte del anterior Rey del país de Oriente Medio, aunque no tuviera este reconocimiento por parte del dictador español.

Desde entonces, las relaciones entre ambas familias reales ha sido muy estrecha, llegando a traspasarse a sus herederos. De hecho el periodista Martín Bianchi cuenta en El País que el Rey Hussein I, padre del actual monarca jordano, se dirigió a Juan Carlos I y a la Reina Sofia en un encuentro en su país para dedicarles las siguientes palabras: «Majestad, hermano; Majestad, hermana”. Un gesto que se alargó durante años hasta la actualidad, siendo el vínculo de las dos monarquías un enclave nacional para las relaciones internacionales entre ambos países. Ejemplo de ello es el acuerdo que firmaron ambas naciones en 2011 para «sobre cooperación en materia de lucha contra la delincuencia».

200.000 euros para que el Rey Felipe VI y Abdula II se reúnan en Córdoba

La materialización más actual de esta relación es la reunión privada que se llevará a cabo entre el 19 y el 20 de junio entre ambos monarcas para «intercambiar opiniones» en materia de terrorismo internacional. En este evento se prevé que los monarcas estén acompañados de los servicios de inteligencia de ambos países, los cuales «suelen desarrollar un papel muy relevante» y se financiará a partir de los fondos del ministerio De Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación mediante un contrato «negociado sin publicidad» y de «carácter urgente».

En este sentido, el método de contratación es legal pero es de los que permiten las adjudicaciones a dedo. La realidad contractual de este acuerdo es que utilizar este método implica que no ha sido publicada la oferta y que se han presentado a esta aquellas empresas que han sido llamadas a participar. Además, en este contrato solo se incluye un documento que aseguran que contratan a partir del «negociado sin publicidad» y » urgente» ya que se incluye dentro de «los declarados secretos o reservados, o aquellos cuya ejecución deba ir acompañada
de medidas de seguridad especiales».

El Rey Felipe VI, como representante español en el proceso de Aqaba

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha aprobado este gasto dentro de las relaciones internaciones del Estado. Sin embargo, la figura que lidiará en este evento «de cooperación» no será el propio ministro ni ninguno de sus altos cargos, sino que el Rey hará de intermediario en este encuentro para compartir información con el Rey jordano y sus servicios de inteligencia. La idea de este evento reservado incluido dentro del Proceso de Aqaba, es tratar el «extremismo violento en el Sahel», la zona biogeográfica del norte del continente africano.

Según la AECID «España se ha ido viendo envuelta progresivamente en esta realidad, merced a la presencia cada vez mayor en su territorio de inmigrantes procedentes de esta región», mientras que Jordania es uno de los principales aliados de la OTAN en Oriente Medio. Por ello, las relaciones entre ambos países y los intercambios de información son un asunto de interés para el ministerio de Exteriores, que «utiliza» las buenas relaciones de las familias reales para afianzar su cooperación con Jordania.