España es uno de los Estados miembros de la Unión Europea donde la justicia se percibe como más sensible a la politización, según la encuesta presentada este jueves por la Comisión Europea, que muestra una mala calificación de los españoles a su sistema judicial.
La undécima encuesta anual sobre el estado de la justicia en la UE, que aporta estadística comparada en cuanto a la eficiencia, calidad e independencia de los sistema judiciales en los Veintisiete, señala que un 56 por ciento de españoles considera que la independencia de la judicatura es mala o muy mala, ante un 34 por ciento que percibe lo contrario.
Estos datos sitúan a España a la cola en Europa, solo por detrás de Croacia, Polonia, Bulgaria y Eslovaquia y lejos de la media europea, ya que en el conjunto de la Unión, el 53 por ciento de los ciudadanos califica como bastante buena o muy buena la independencia del sistema judicial de su país, frente a un 36 por ciento que la considera bastante malo o muy malo.
La interferencia o presión del gobierno y los políticos es la razón que esgrimen el 84 por ciento de los españoles que ven la justicia como no independiente, mientras que un 74 por ciento aducen también interferencias por intereses económicos y un 61 por ciento piensa que el estatus de los jueces no garantiza su independencia.
En el caso del conjunto de la UE, un 77 por ciento atribuye a presiones políticas la falta de independencia, con un 73 por ciento que señalan a intereses económicos y un 60 por ciento que alega la posición de los jueces.
En cuanto a calificación general del sistema judicial, España es el quinto por la cola con una aprobación del 34 por ciento, cuatro puntos menos que en 2022 y solo por delante de Croacia, Polonia, Hungría y Eslovaquia. En el lado contrario se sitúan Finlandia, Dinamarca y Austria, con una aprobación superior al 80 por ciento, con la media europea en el 53 por ciento.