Fernando Grande-Marlaska se suma a la «caza» del alto cargo de Ábalos relacionado con el Delcygate

Han guardado silencio a lo largo de todos estos años, pero el Ministerio del Interior ha decidido posicionarse ante la presión de la Guardia Civil. El enfrentamiento que existe desde hace meses entre Rubén Eladio López, un alto cargo del Ministerio de Transportes impuesto por José Luis Ábalos, y el cuerpo policial que dirige Mercedes González ha llegado a instancias de Interior y el ministro ha tomado medidas. No se ha manifestado de forma abierta y ante los medios, pero sí que ha ordenado redactar un escrito remitido a Transportes en los que básicamente se pone coto a las órdenes de Rubén Eladio López. Las presiones de la Guardia Civil crecen y las investigaciones sobre este inspector de policía también. Marlaska ha tomado partido no solo por las presiones, sino porque ya se ve fuera del PSOE, desde donde frenan la salida del alto cargo de Ábalos.

Hubo más de uno y más de dos enfrentamientos entre vigilantes y agentes de la Guardia Civil en las dependencias del Ministerio de Transportes porque los guardias de seguridad exigieron por orden de Rubén Eladio López, director general de Emergencias y Gestión de Crisis del Ministerio de Transportes, que se identificaran y que entregaran sus armas. Esta tensión nacida de las órdenes del alto cargo de Ábalos acabó por estallar con agarrones y empujones dejando al inspector de policía y exnúmero dos de Asuntos Internos en una posición complicada. El primero en intentar cesarle ha sido el flamante secretario de Estado de Transportes, David Lucas, pero el PSOE siempre ha frenado su salida por la relación que Rubén Eladio López tiene con el Delcygate.

Interior ahora se ha posicionado porque desde la Guardia Civil no dan crédito a las órdenes y al comportamiento de este alto cargo de Ábalos. No son nuevos los choques entre estos agentes y el director general de Emergencias y Gestión de Crisis del Ministerio de Transportes. Se han dejado ver en más lugares con cierta frecuencia y sobretodo desde que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, aterrizó presuntamente y según las fuentes del partido con oro en suelo español para ser recibida directamente por el exministro de Transportes José Luis Ábalos. Interior ha mandado un escrito para intentar calmar los ánimos en la Guardia Civil, desde donde ya estudian, según ha podido saber MONCLOA.com, tomar medidas mucho más contundentes contra Rubén Eladio López. La relación está rota, pero los choques se han elevado hasta tal punto que ya hay dudas sobre si puede haber un enfrentamiento mayor.

En el Ministerio del Interior son perfectamente conscientes de este escenario y quieren atajarlo. El problema es que las órdenes de no tocar a Rubén Eladio López no vienen de Ábalos, sino del propio PSOE. Desde Moncloa hay quien ejerce de ángel de la guarda de este alto cargo dado que entienden que su salida podría ser mucho peor para el partido que cualquier otra cosa. No se plantean renovarle, pero sí que aguante su legislatura como se le había prometido (tanto a él como a todos los cargos a dedo elegidos por José Luis Ábalos en el momento que fue nombrado ministro de Transportes). Interior se ha sumado a la «busca y captura» orquestada no solo por la Guardia Civil, sino por el propio secretario de Estado de Transportes.

Sobre las razones por las que desde el PSOE entienden que no se puede cesar a Rubén Eladio López todas apuntan hacia lo mismo: el Delcygate. Hay voces en el partido y en la Guardia Civil que aseguran que el subinspector tuvo un papel determinante en el aterrizaje de la vicepresidenta de Venezuela e insisten en que esa historia es la que todavía le mantiene a flote en el Gobierno. Moncloa no quiere flecos sueltos y menos alguien como el director general de Emergencias y Gestión de Crisis del Ministerio de Transportes.