Por primera vez una mujer paracaidista desciende con la bandera en el Día de las Fuerzas Armadas

La historia de la integración de las mujeres en nuestras fuerzas armadas está llena de primeras veces. De pioneras, como la primera mujer piloto, Yolanda Gasso, la primera piloto de combate, Rosa María García-Malea, y muchas más que han ido marcando el camino a seguir al resto de sus compañeras. Un camino marcado por la igualdad teórica y práctica, pero que no por ello carece de mérito por parte de quienes han sido las primeras en recorrerlo.

La cabo María del Carmen Gómez Hurtado es una de ellas. Carmen está destinada en la Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire y del Espacio (PAPEA), cuya misión es representar a España y al Ejército del Aire en exhibiciones y competiciones nacionales e internacionales de paracaidismo, y fue la encargada de descender desde el cielo granadino portando la bandera nacional el pasado sábado, en la celebración del desfile del Día de las Fuerzas Armadas. Por primera vez una mujer paracaidista tuvo este honor, ganado a pulso a base de experiencia y antigüedad. Dos valores esenciales de nuestras fuerzas armadas.

La cabo Hurtado lo hizo a la perfección, aterrizando suavemente frente a la Tribuna Real, ejecutando una complicadísima maniobra de aterrizaje entre edificios, lastrada con la inmensa bandera, que tiene un enorme efecto vela, y por la pesa que la mantiene desplegada. La dificultad en esta ocasión era aún mayor por realizarse el salto en Granada, ciudad rodeada de altísimas montañas que complican aún más el planeamiento y la ejecución del vuelo y el salto paracaidista.

Una veterana de Afganistán

Pero Carmen Hurtado, nacida en Elche en 1985, no es solo una excelente acróbata paracaidista. Su carrera militar se ha desarrollado desde 2006 hasta 2016 en el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC). La unidad de operaciones especiales del Ejército del Aire y del Espacio. Encuadrada en sus equipos operativos Carmen ha estado seis veces desplegada en Afganistán en donde ha entrado en combate.

La cabo Hurtado es de las pocas mujeres que se ha ganado, a base de esfuerzo y tesón, la boina verde del EZAPAC, para lo que es necesario superar un plan de instrucción de los más exigentes y completos de las Fuerzas Armadas. Es un plan dividido en dos fases. La primera de ellas consiste en una formación básica que incluye las actividades teóricas y prácticas de materias como topografía, marchas de endurecimiento, transmisiones, armamento, tiro, vida y movimiento en montaña, instrucción y lanzamiento paracaidista, adiestramiento físico-militar, defensa personal o NBQ. La segunda fase es más técnica y se centra en avanzar en la instrucción general para el combate, mejorar la condición física, la tolerancia al cansancio y al estrés, el trabajo en equipo y el espíritu de sacrificio. Los que finalmente superan estas dos fases tienen que realizar la instrucción táctica de combate, de alrededor de doce días, en los que se intenta simular el estrés y el cansancio a los que uno se puede ver sometido en una situación de combate real. Solo unos cuantos elegidos son capaces de superar esta dura instrucción, en la que se lleva a la persona hasta el límite físico y psicológico con distintos ejercicios y evaluaciones. Los que lo hacen son recompensados con la boina verde.

La cabo Gómez Hurtado la consiguió en 2006 e inmediatamente entró a formar parte de uno de los equipos operativos de fuerzas especiales. Del EZAPAC Su primera misión internacional fue como tiradora encuadrada en el destacamento de helicópteros de nuestra fuerza aérea desplegado en la base de apoyo avanzado de Herat, en Afganistán (HELISAF), en el año 2008. Después ha participado en otras cinco misiones más en Afganistán, integrada en equipos tácticos de control aéreo, tanto en Herat como en la basae de Qala-e-now, entre los años 2009 y 2013. Formando parte de uno de estos equipos experimentó en 2010 su bautismo de fuego real, al sufrir una emboscada cuando se encontraba realizando una misión de escolta de un convoy. Unos días después se vería envuelta en una nueva emboscada. De ambas, afortunadamente salió ilesa.

Paracaidista de competición y madre

En 2016 decidió cambiar de unidad y solicitó participar en el período de selección de personal para ingresar como voluntaria en la PAPEA, donde se ganó el puesto por su excelente preparación paracaidista. En la PAPEA es la única mujer y, según sus compañeros, demuestra cada día una elevada capacidad de aprendizaje y unas formidables cualidades físicas y mentales.

Fue madre por primera vez, ya destinada en la PAPEA, y recién incorporada de su permiso maternal, se proclamó campeona de España militar en la modalidad de salto paracaidista de precisión. Además, en el último Campeonato Mundial Militar celebrado en noviembre de 2021 en Qatar,  también formó parte de la selección nacional femenina.

La cabo Hurtado es solo un ejemplo de las personas que forman nuestras fuerzas armadas. Hombres y mujeres dignos representantes de la sociedad española, de la que forman parte y a la defienden en cualquier lugar del mundo.