miércoles, 11 diciembre 2024

La UCO ve «muchísimas deficiencias» en el Estatuto del Becario y cree una «atrocidad» que no se acuerde

La Universidad de Córdoba (UCO) considera que la propuesta de Estatuto del Becario no definitiva pero sí acordada la semana pasada entre el Ministerio de Trabajo y Economía Social y los sindicatos tiene «muchísimas deficiencias» para empezar porque asimila la figura del «alumno en prácticas» con la de un trabajador, cuando resulta que en la mayor parte de los casos no percibe remuneración por ello, de modo que «no debe ser dado de alta en la Seguridad Social», como se pretende.

Así lo ha afirmado el vicerrector de Formación Continua, Empleabilidad y Emprendimiento de la UCO, Antonio Arenas, quien ha añadido que, además, es «una verdadera atrocidad» que el Gobierno de la Nación pretenda sacar adelante el Estatuto del Becario solo mediante el acuerdo con los sindicatos, cuando tendría que buscar el consenso «con todas las partes» implicadas, empezando por las universidades.

En este sentido, Arenas ha señalado que las «deficiencias» que presenta el texto propuesto son «de todo tipo, no solo desde el punto de vista legal, que nos parece que no es lo más adecuado, pero, sobre todo, desde el punto de vista funcional, y también en el fondo», en cuanto a «lo que es un becario», opinando el vicerrector de la UCO que «yerran completamente en el concepto de becario».

Así, «existen becarios de investigación», por ejemplo, «que sí están remunerados», pero ese no es el caso, según ha argumentado, de un «estudiante en prácticas, que no tiene nada que ver con un becario», sino que «es una persona que está estudiando en una universidad y su plan de estudios le obliga a que haga una serie de prácticas académicas, tanto curriculares, como extracurriculares» no remuneradas y, «por lo tanto, hay que facilitarle», y no «ponerle problemas y trabas», el que «haga esas prácticas y que se forme».

Por otro lado y en opinión de Arenas, hay otro problema, en este caso desde el «punto de vista conceptual», ya que «el Estatuto y, sobre todo, el Real Decreto Legislativo, habla en muchas ocasiones de prácticas remuneradas o no remuneradas, y aquí no se trata de remuneración o no, sino de becarlas o no becarlas».

En consecuencia, «conceptualmente y desde muchos puntos de vista, tanto el Estatuto del Becario, como el Real Decreto Legislativo», no le parecen a la UCO «adecuados a las circunstancias actuales», pero es que, además, «el hecho de que se pretenda aprobar sin consensuarlo con todas las partes» es «una verdadera atrocidad», sobre todo cuando el Gobierno pretende acordarlo «con los sindicatos exclusivamente», cuando resulta que la figura del estudiante en prácticas «no es un tema sindical», sino que «es un tema más académico y universitario».

Junto a ello, el Estatuto del Becario propuesto parece no tener en cuenta que «más del 60% de los alumnos en prácticas las realizan en administraciones públicas y no en empresas» privadas y a ello se añade que las administraciones ya están diciendo a las universidades que se encarguen ellas de dar de alta en la Seguridad Social a los alumnos, algo que «no es lógico, porque no son trabajadores», salvo que se busque con ello «aumentar de una manera artificiosa el número de personas inscritas en la Seguridad Social».

La cuestión, según ha subrayado el vicerrector de la UCO, es que, «realmente, un alumno en prácticas no debe estar dado de alta en la Seguridad Social, a no ser que sean prácticas remuneradas, en cuyo caso, utilizando el mismo lenguaje que emplea el Ministerio, serían alumnos becados». De este modo, «si un alumno está recibiendo una beca, pues de alguna manera la empresa tendrá que declarar eso, y ahí no estamos en desacuerdo», pero es que «la inmensa mayoría de las prácticas que se hacen son curriculares y no son remuneradas», con lo que «no es lógico que se dé de alta» a los alumnos en la Seguridad Social.

Todo ello hará también, según ha concluido Arenas, que «tengamos problemas para encontrar empresas que quieran entrar en este asunto», mientras que «las administraciones ya han dicho, por activa y por pasiva, que ellas no se van a hacer cargo de eso, y después nosotros, en las universidades, vamos a tener también muchos problemas a la hora de gestionar toda la administración de dar de alta y de baja a los alumnos«.